PAMPLONA. Los puestos fronterizos de Valcarlos y Dantxarinea, a cargo de la Policía Nacional, registran este martes una inusual actividad por los controles establecidos con motivo del cierre temporal de fronteras para impedir el acceso de extranjeros y la expansión del coronavirus, si bien no se registran problemas y las retenciones son leves.

"Tenemos normalidad en el ámbito policial por el tema del coronavirus, una normalidad relativa por estar en un estado de alarma , pero no hay una alteración grave del orden ni nada parecido", de forma que desde esta noche se controla quién accede a España, mientras que la salida a Iparralde no está restringida por las autoridades francesas.

Así lo han señalado a Efe fuentes de la Policía Nacional, que en cumplimiento de las medidas adoptadas por el Gobierno de España ante el Covid-19, controlan que solo entren en territorio nacional por vía terrestre ciudadanos españoles, personas residentes en España, trabajadores trasfronterizos y aquellos que acrediten, documentalmente, causas de fuerza mayor o situación de necesidad.

Según han explicado desde la Guardia Civil, encargada del control en otros puntos fronterizos, estas medidas no son aplicables al transporte de mercancías y están vigentes desde esta pasada media noche y mientras dure el estado de alarma decretado por el Gobierno de España.

Desde la Delegación del Gobierno se ha indicado a Efe que los puntos de control fronterizo en Navarra son los de Ibardin (NA1310), Lizuniaga (NA4410), Etxalar (NA4400), Zugarramurdi (NA4401), Dancharinea (N121B), Izpegui (NA2600), Urquiaga (N138), ValCarlos (N135), Larra (NA2011) e Isaba (NA137).

La situación en la frontera de Irun (Gipuzkoa) también es de "normalidad", según han informado fuentes de la Ertzaintza y el Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana a Europa Press.

La Guardia Civil y la Policía Nacional están realizando controles en la frontera de Irun y proceden a pedir la documentación a los ocupantes de los vehículos. Al pasar la 'muga', se informará a las personas que, la siguiente vez que pasen, se les exigirá un documento de su empresa que les acredite como trabajadores transfronterizos.

El tráfico está siendo fluido, con escasa afluencia de turismos y pocos camiones a través del paso fronterizo de Biriatou. No se han producido incidentes y la situación es de "normalidad, dentro de una situación como la actual", han señalado las mismas fuentes.

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El Gobierno español acordó restablecer los controles en las fronteras terrestres y ya sólo permite el acceso a los ciudadanos españoles, residentes en España, trabajadores transfronterizos, a quienes acrediten causas de fuerza mayor o situación de necesidad y al transporte de mercancías, para asegurar la continuidad de la actividad económica y preservar la cadena de abastecimiento. Tampoco afectará al personal diplomático acreditado en España, siempre que hagan desplazamientos vinculados a sus funciones.

La medida, que no afecta a Andorra ni a Gibraltar, la anunció el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras participar por videoconferencia en un Consejo con los titulares de Interior y de Sanidad de la Unión Europea.

"El objetivo no es otro que proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos y contener la expansión del coronavirus", manifestó.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló ayer tanto con el presidente francés, Emmanuel Macron, como con el primer ministro portugués, António Costa, para resaltar la coordinación con los socios de la Unión Europea.

Según el titular de Interior, la decisión adoptada por España supone la activación del articulo 28 del código de fronteras de Schengen, que permite restablecer controles en situaciones como las que define el real decreto que ha establecido en el país el estado de alarma y que abre la puerta a imponer restricciones de movilidad.

En el caso de los españoles que residan en Reino Unido, Marlaska aseguró que "tienen el derecho", como cualquier otro ciudadano, a venir a España "si es su deseo", y recordó que el país está en un periodo "transitorio" de negociación para determinar su "relación definitiva" con la Unión Europea.

Para implementar esta medida, se estudiará si es necesario la participación de efectivos militares para el control de las fronteras, añadió.

En relación con la posibilidad de adoptar medidas más restrictivas en el tráfico aéreo o marítimo como el cierre de las fronteras aéreas, el ministro dijo que se considerarán todas las actuaciones que sean "necesarias y precisas" bajo los criterios de "proporcionalidad, necesidad e idoneidad". "Si las circunstancias en cada momento exigen esas medidas, se adoptarán", aseguró.

Según un comunicado de Interior, la medida se ha adoptado para "dar preferencia a movimientos más urgentes de personas o mercancías" en el marco de las labores de contención del virus, y ante la necesidad de poder restringir "movimientos de personas" que no puedan continuar hasta el punto de destino, por ser incompatibles "con las medidas adoptadas" dentro del país o por "no ser posible su continuación" dentro o fuera del territorio.

El titular de Interior garantizó que los países de la Unión Europea están unidos ante esta crisis de salud pública con el propósito de "doblegar la curva de personas infectadas" por el COVID-19, y lanzó un mensaje de "confianza" en todas las instituciones que trabajan con ese objetivo.

A preguntas de los periodistas sobre la petición de Vox de que Marruecos "reabra sus fronteras" y acoja a sus ciudadanos y a los extranjeros sin documentación en España, el ministro dijo que el Gobierno se preocupa de la salud "del conjunto de los ciudadanos, independientemente de su nacionalidad, etnia, religión o ideología".

La Unión Europea tiene previsto aprobar hoy el cierre de sus fronteras exteriores durante 30 días, salvo excepciones contadas, mientras la cifra de muertos por coronavirus superó ayer las 2.000 personas en Italia, el segundo país del mundo en casos después de China.

La medida de restringir el acceso a la Unión Europea desde terceros países, propuesta por Bruselas al calor de la explosión de casos de coronavirus en los Estados miembros, persigue limitar la expansión de la enfermedad y facilitar la absorción de los pacientes por los sistemas de salud, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los gobiernos en esta crisis sanitaria.

La propuesta deberá ser aprobada hoy por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se reunirán por videoconferencia, si bien ya ha recabado un "fuerte apoyo" en los contactos previos que ha mantenido Bruselas con los Ejecutivos nacionales este fin de semana.

La propuesta recoge excepciones para ciudadanos de la UE, científicos o trabajadores fronterizos, entre otros, y no limita la entrada para el transporte de bienes, puesto que "el flujo de bienes a la UE debe continuar para asegurar el suministro".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, resumió en rueda de prensa la medida: se busca "reducir los movimientos que no son esenciales y al mismo tiempo garantizar los suministros".

¿Y las fronteras por mar y aire? Marlaska dijo que no se descartan medidas más restrictivas en el tráfico aéreo o marítimo, así como el cierre de las fronteras aéreas. Si las circunstancias en cada momento exigen esas medidas, se adoptarán", aseguró el ministro del Interior.

Volver cuanto antes. Embajadas españolas en diferentes países como Argentina, Chile, México, Italia o Malta están avisando a los turistas y no residentes españoles que si quieren regresar a su país lo hagan "cuanto antes".

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La Unidad Militar de Emergencias (UME) amplió ayer a 1.100 efectivos en 13 provincias su despliegue contra el coronavirus, desde los 350 efectivos en siete provincias que empezaron el domingo.

En busca de la vacuna. España aborda desde ayer en varios ensayos clínicos soluciones al coronavirus con fármacos ya empleados en el tratamiento del ébola, la malaria o el sida y que probarán voluntarios. En Cataluña participan 195 enfermos leves, positivos por coronavirus y unos tres mil contactos de ellos. En Madrid los ensayos incluirán a entre 20 y 30 pacientes, unos con neumonía grave y otros con afectación menor. Y en la CAV los participantes podrán interrumpir el tratamiento experimental si lo consideran los médicos.