ras desplazarse a otros lugares del Estado o a otros países para colaborar o desconectar antes del repunte de casos de coronavirus, varios navarros encuentran ahora dificultades para regresar a la Comunidad Foral. El cierre de fronteras o la cancelación de vuelos son las causas que han dificultado su vuelta a casa.

Esta es la situación en la que se encuentra Nelia González, una enfermera de Zizur Mayor, que a finales de febrero llegó a San Lorenzo (Honduras) para trabajar de voluntaria en un hospital de la ciudad, mediante el programa Tantaka de la Universidad de Navarra. En ese momento, tanto ella, como dos compañeras de la universidad con las que viajaba, no se imaginaban que el COVID-19 se propagaría tanto, y de hecho, cuando partieron no había tantos casos en el Estado. Aunque en principio "teníamos previsto volver a finales de marzo, finalmente decidimos adelantar nuestro viaje", explicó González.

El domingo por la noche, a las diez, "ya teníamos todo preparado para volver porque íbamos a intentar volar al día siguiente", pero en ese instante les informaron de que Honduras iba a cerrar fronteras desde las doce de esa misma noche. "Teníamos dos horas como margen de reacción y no nos daba tiempo a ir al aeropuerto ni nada, es decir, ni siquiera teníamos ni tiempo para reservar vuelo", relató.

Ante la situación, se pusieron en contacto con emergencias consulares para decir "dónde estábamos y nos dijeron que con cualquier información de un vuelo con destino a España nos avisarían. De hecho, están intentando gestionar con alguna aerolínea algún vuelo que permita el regreso de los españoles que se encuentren en Honduras", aclaró. Sus familias, aunque preocupadas, "saben que estamos bien, y permanecemos en continuo contacto con ellos", aclaró. En estos momentos, González y sus dos compañeras se encuentran confinadas en el apartamento que tienen en la ciudad.

El escritor navarro Juan Mari Feliu vive una situación muy parecida durante estos días en Fuerteventura (Canarias). Cuando el pamplonés voló de Bilbao a la isla la semana pasada, "la situación era muy diferente. En aquel momento no había ningún problema", manifestó a este periódico. Al día siguiente, de llegar al lugar, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, declaró el Estado de alarma.

Feliu, un viajero habitual, reconoció ayer a este medio que nunca le había pasado algo parecido. La situación es "bastante caótica", sobretodo porque, de ciento veintitantos vuelos que se habían previsto a lo largo de la semana, "solamente están operando 17", aclaró. "Alguien ha calculado muy mal, la repatriación de tanta gente", confesó. El navarro explicó que el jueves vinieron al rescate cinco aviones alemanes, "hoy (por ayer) son cuatro para los ingleses". Pero, "los que tenemos que regresar a la península, pues estamos aquí en tierra firme", relató.

Además, manifestó que él viaja habitualmente a Canarias "a desconectar y a escribir libros" y que está cumpliendo con lo previsto, pero, "me pongo en la piel de esta gente que está muy nerviosa y desorientada, reciben información que cambia en todo momento", añadió. Feliu permanece en contacto con su agencia de viajes para llegar a una posible solución, ya que "queda una semana para que se cierre todo", explicó. Aunque partió desde Bilbao, piensa regresar a Navarra volando a Madrid. "Tengo el coche en Bilbao, pero lo primero es llegar a casa y luego cuando pueda ya iré a por él", confesó.

En cuanto al ambiente en las calles explicó que en ese momento avistaba una avenida, donde "suele haber mucho movimiento, pero ahora está desangelado" y añadió que los únicos comercios que están abiertos son los mercados o las farmacias, muy transitadas estos días. "Se hacen unas colas muy largas para pasar por caja y hay que guardar el metro y pico entre uno y otro", manifestó.

Tras varias cancelaciones y cambios, un grupo de 13 cooperantes navarros de Medicus Mundi, que viajó el pasado día 7 a Ruanda, ha conseguido regresar a Pamplona. Al cierre de está edición el grupo volaba de Bruselas a Madrid, donde tomarían un autocar de madrugada que les llevaría a la capital navarra. "Teníamos previsto coger un vuelo a Bilbao, pero nos lo cancelaron. Entonces el autobús, en vez de ir a buscarnos a Bilbao nos va a venir a buscar al aeropuerto de Barajas", explicó Natalia Herce, Coordinadora área Respaldo Social en Medicus Mundi en Navarra.

Durante el viaje pudieron realizar "todo lo previsto". El primer caso de coronavirus en el país africano se detectó el sábado pasado y "ese día se tomaron ya la decisión cerrar colegios, suspender eventos, reuniones, etc.", relató.

Los voluntarios pudieron conocer en primera persona la labor de la ONG en el noroeste del país. "Es un proyecto de apoyo al sistema sanitario y de lucha contra algunos factores que dificultan la salud, como es la falta de higiene, la falta de nutrición y la pobreza", aclaró Herce. También han tenido ocasión de hacer "un poquito de turismo y conocer también la vida social, política y cultural del país", añadió.

"El domingo a las diez de la noche nos enteramos de que cerraban fronteras a partir de las doce"

Enfermera voluntaria en Honduras

"Me pongo en la piel de esta gente que está muy nerviosa y desorientada"

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