Madrid. El navarro Jonan Basterra lleva desde el pasado sábado en Ifema -el recinto ferial de Madrid convertido en hospital de campaña al que son trasladados los enfermos con coronavirus menos graves que no pueden absorber los centros sanitarios- y dice que está contento porque "estar aquí es una buena noticia, ya que significa que tienes una puerta hacia la salida".

Así lo ha comentado con Efe en una entrevista telefónica en la que ha explicado que ingresó el pasado viernes en el hospital madrileño de Ramón y Cajal y 24 horas después y "tras los aplausos de las 8" fue trasladado a Ifema.

El hospital de Ifema cuenta en la actualidad con dos pabellones para acoger a pacientes, el 7 y el 9, con una capacidad de 1.400 plazas, lo que lo convierte en el más grande de España.

El periodista Jonan Basterra está en el sector 15 del pabellón 9, al que llegó cuando "estaba para estrenar. Todo montado a la espera de pacientes".

Cuenta que va mejorando y que lleva ya 24 horas sin fiebre, pero que la saturación (los niveles de oxígeno en la sangre) es lo que más le está constando recuperar, por lo que sigue llevando una mascarilla de oxigeno.

"Tengo una neumonía derivada del coronavirus, que es lo que me está costando un poco mas y, por lo demás, me empiezo a encontrar bien", asegura y revela que mantiene la esperanza de ser dado de alta "lo antes posible", porque los 5 compañeros que tenía a su alrededor y con los que llegó a Ifema, ya se han marchado.

Basterra insiste en que los pacientes del recinto ferial "somos los menos graves" y "sabemos que el próximo destino va a ser nuestra casa, donde tenemos que guardar el aislamiento de 15 días posterior al alta", lo que anima mucho porque "somos conscientes de que lo peor ha pasado".

Se deshace en elogios hacia el personal sanitario que les trata, que, asegura, "no nos han hecho llegar los problemas de organización y de falta da material que tienen" y reclama que, "por favor", le den a todos estos profesionales de primera lo que necesiten.

"No podemos permitir que no trabajen en las mejores condiciones" insiste este enfermo, quien subraya que "lo hacen fenomenal, exactamente igual que en todos los centros sanitarios de este país. No nos lo merecemos, se están dejando la piel y trabajan muy duro".

Y expresa su deseo de que en todas las comunidades "la gente pueda tener unas instalaciones semejantes a estas" para combatir el coronavirus.

Reconoce que en Ifema "hay poco que hacer", por lo que está todos el día con el móvil hablando con la familia como forma de ir pasando el tiempo y agradece mucho a una enfermera "super maja" que estuvo de guardia nocturna hace unos días y que "dejó un montón de libros, revistas y autodefinidos en una estantería".

"Primero me recomendó que durmiera boca abajo porque me iba a ir mejor para el tema de la respiración", comenta sobre esta sanitaria, que "estuvo pendiente toda la noche de que todo estuviera en su sitio" y que me comentó que tenía el coche lleno de libros, que donó para el disfrute de los pacientes.

Basterra relata que cada enfermo tiene uno o dos enchufes libres al lado de su cama con los que puede mantener la autonomía de sus baterías.

Respecto a los lugares de aseo, explica que los pabellones cuentan con sus baños habituales, "los que están abiertos cuando hay una feria", separados para hombres y mujeres y en los que calcula que puedan caber hasta 30 personas.

Además, el ejército ha instalado baños portátiles alrededor del recinto. Cada uno tiene cada uno tiene tres baños y tres duchas.

Según Basterra, todos "están super limpios, siempre hay papel" y nunca ha tenido que hacer cola para entrar.

Para acceder a estos servicios, este enfermo se quita el oxígeno y "camina un poquito", lo que hace un 90 % de los enfermos, aunque si se encuentran en el peor situación se les leva en silla de ruedas, relata.

Basterra reconoce estar tranquilo porque sabe que cuando le manden a casa será porque todo ha pasado y espera que esto se solucione "pronto para todos".