El Ayuntamiento de San Sebastián regulará y controlará el aforo de las tres playas de la ciudad durante el verano, mediante una tecnología que calculará la cantidad de usuarios en tiempo real y un sistema de señales, y cerrará la de La Concha durante los momentos de pleamar.

Eliminará también toldos y gabarrones para aumentar el espacio disponible, ordenará y acotará las actividades deportivas y establecerá "pasillos" de entrada y salida a las mismas.

Éstas son algunas de las medidas en las que trabaja el consistorio de la capital guipuzcoana para la apertura de la temporada estival de playas, cuyo inicio oficial aún no ha sido decidido.

El alcalde, Eneko Goia, y la concejala de Espacios Públicos, Marisol Garmendia, han explicado este martes, en una rueda de prensa telemática ofrecida desde el Ayuntamiento, las acciones que prepara el gobierno municipal para afrontar el camino hacia la nueva normalidad derivada de la pandemia de COVID-19, si bien han puntualizado que todas ellas quedarán supeditadas a lo que determinen las autoridades sanitarias.

Han precisado asimismo "los cambios" que registrarán las playas a partir del próximo 25 de mayo, cuando se prevé que Euskadi entre en la Fase 2 de la desescalada y se autorizará no sólo el paseo como hasta ahora, sino también "la estancia y el baño", aunque sin socorristas ni otros servicios que se prestan durante la campaña estival.

"Habrá temporada de playas pero no será como antes", ha señalado Garmendia, quien ha indicado que, además de eliminar los toldos y carpas en La Concha y Ondarreta, y las plataformas de baño en la bahía, "es posible" que se supriman "las cabinas" para cambiarse y ducharse, y sólo permanezcan abiertos los váteres.

Sí funcionarán los bares de playa "pero con condiciones" y habrá balizamientos en la superficie marítima para delimitar zonas de baño y salidas de piraguas u otras pequeñas embarcaciones, como es habitual, así como para la práctica del surf en el caso de La Zurriola.

En cuanto a la regulación de aforos, el alcalde ha dicho que la situación en San Sebastián es "endiabladamente complicada" por las subidas y bajadas de marea, que no son todos los días iguales y en muchos casos dejan La Concha "sin playa".

Aquí no es posible "cuadricular físicamente los arenales" como podrían hacer en otros lugares, ha dicho Garmendia, por lo que el Ayuntamiento está desarrollando "una aplicación" para "calcular" el número de personas adecuado para "las distintas bandas de arena seca" disponibles en cada playa según el nivel de la marea.

La Concha se cerrará previsiblemente "entre una o dos horas antes de la pleamar", aunque sí se permitirá el acceso para bañarse o por ejemplo salir a la mar en piragua.

La edil ha indicado que la regulación de aforos será por tanto "controlada tecnológicamente y en tiempo real", y se establecerá "un sistema de señales, probablemente con banderas", para "hacer saber a los usuarios en cada momento si hay sitio o no"

El disfrute de la isla de Santa Clara, ha agregado, en temporada tendrá una regulación "igual" al de las tres playas donostiarras.

Tanto Goia como Garmendia han hecho continuas apelaciones a "la responsabilidad" de los ciudadanos y han considerado que, aunque el consistorio organice el espacio y determine las medidas, "la autogestión" será clave este verano en los arenales de San Sebastián.