Jokin Unamuno, Oihan Arnanz y Adur Ramirez de Alda, tres de los jóvenes de Altsasu, cumplieron ayer 1.300 días de prisión. Son tres años y medio privados de libertad en los que han pasado por diferentes cárceles, algunas a más de 500 kilómetros de sus casas y sin haber accedido a ningún permiso. Ayer también se cumplían dos años de la segunda detención de Jonan Cob, Julen Goikoetxea, Iñaki Abad y Aratz Urrizola.

“Técnicamente, Jokin, Oihan y Adur están en disposición de poder acceder próximamente al tercer grado y sus correspondientes permisos”, recordaron ayer los padres y madres de Altsasu Gurasoak en la primera concentración de los viernes tras el estado de alarma. “Esta situación aliviaría parte del sufrimiento producido pero no conseguiría reparar la aberración jurídica cometida contra ellos y el resto de nuestros hijos”, destacaron. “Estamos inmersos en la consecución de las condiciones más humanas posibles de cumplimiento de las penas y acelerar la progresión de dicho régimen penitenciario”.

En relación al resto de los jóvenes, explicaron que Cob y Goikoetxea siguen en segundo grado y por ahora no se prevé cambios inmediatos en su situación. Abad y Urrizola se encuentran en tercer grado desde el pasado diciembre. En la actualidad cumplen condena con control telemático, debiendo permanecer obligatoriamente ciertas horas en sus domicilios. “En las actuales circunstancias y con un poco de voluntad, entendemos que puede ser una medida fácilmente aplicable al resto de nuestros hijos. La condena sigue, pero así podrían recuperar parte de su vida”, destacaron.

Por otro lado, señalaron que la pandemia también ha tenido una incidencia directa en la cárcel. “Ha generado incertidumbre, temor y sufrimiento a todas las personas presas, sus amigos y familiares; aumentando el aislamiento, eliminando comunicaciones, congelando permisos, presos enfermos y de edad avanzada en situaciones penosas”, señalaron. Por ello, Altsasu Gurasoak participó en la dinámica #SOSpresoakCOVID19 junto a otros colectivos y asociaciones. “En momentos excepcionales como éste, aplicar medidas acordes en política penitenciaria es simplemente cuestión de lógica, derechos y humanidad”, aseguraron.

Para pedir justicia una vez más, animaron a todas aquellas personas que dispongan de camisetas, banderolas u otro material de Altsasukoak Aske a que durante este fin de semana lo saquen a las calles a modo reivindicativo. “Hoy hay más razones que ayer para seguir reivindicando justicia y reclamando la libertad de todos ellos. Por el futuro de nuestros hijos, y el de una sociedad más justa”.