Navarra flexibiliza desde este lunes las restricciones en la fase 3 del plan de desescalada del coronavirus para residencias de personas mayores y de discapacidad, las guarderías y el sector de la hostelería.

En concreto, se permiten en todos los centros de mayores y de discapacidad los paseos de las personas residentes sin coronavirus. Unas salidas que estarán condicionadas, no obstante, a la capacidad de las residencias para "garantizar que se realicen de una forma ordenada, escalonada y con las medidas de prevención necesarias". Un total de 1.025 personas de 49 centros de discapacidad y 519 menores residentes en 70 recursos asistenciales de Navarra pueden de forma salir y recibir visitas, al entrar en vigor las medidas de flexibilización anunciadas por el Gobierno foral, tras la publicación en el BON de la orden foral reguladora de la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu.

En el plan de desescalada para estos centros elaborado por el Departamento de Derechos Sociales, cuyo borrador ya se presentó a la representación de este sector el pasado viernes, se contemplan otras medidas como autorizar visitas de hasta dos personas de forma simultánea a residentes en centros donde todavía haya algún caso positivo, y la reanudación de las actividades grupales que se realizan de manera habitual como las de estimulación cognitiva, de rehabilitación y de ocio, ha informado en un comunicado el Gobierno de Navarra.

Por otra parte, el Departamento de Derechos Sociales regulará este lunes, con una orden foral de su consejera, que las guardarías puedan aumentar su aforo hasta el 60% con las siguientes ratios: un educador por cada 5 menores de 0 a 1 años, por cada 8 menores de 1 a 2 años, y por cada 10 menores de 2 a 3 años o más. Si en el grupo hay menores de distintos tramos de edad, se deberá realizar un promedio de estas ratios.

Se deberá procurar, asimismo, que cada profesional trabaje con un sólo grupo de menores a lo largo de toda la jornada y en el mismo espacio, con el objetivo de "reducir al mínimo la posible diseminación del virus y disminuir los contactos". Por ello, no se realizará un intercambio de cuidadoras, salvo para aquellas situaciones que requieran el apoyo de otra profesional, como solicitaba la asociación de guarderías para "un adecuado desarrollo de la actividad y las medidas de prevención".

Finalmente, se permite en locales de hostelería, restaurantes y cafeterías el consumo en barra siempre que se garantice una separación mínima de al menos 1,5 metros a 2 metros entre clientes o grupos de clientes. Esta medida, regulada por una orden foral de la consejera de Salud firmada el domingo, se aplicará también a las sociedades gastronómicas y peñas.

DESESCALADA EN LOS CENTROS SOCIOSANITARIOS

Como se ha indicado, Navarra flexibiliza las restricciones vigentes en las residencias de mayores y discapacidad ante la evolución positiva de la pandemia de COVID-19 en estos centros sociosanitarios.

Según los últimos datos aportados el viernes al Ministerio de Sanidad, en este momento son 37 los casos positivos confirmados, y dos con síntomas compatibles. De ellos, únicamente 3 se encuentran hospitalizados. Estas cifras suponen un descenso de casi el 96% respecto al pico de la pandemia, cuando se registraron 933 casos. Las altas epidemiológicas son ya 930 y permanecen de baja 75 profesionales de una plantilla de 3.073, lo que representa un 2,4% del total.

Entre las medidas que se han aprobado, siguiendo los criterios de Salud Pública, se permitirán, por ejemplo, las salidas en todos los centros de las personas residentes negativas en COVID-19 y sin sospecha de estar contagiadas, incluidas aquellas residencias en las que haya casos positivos. Sin embargo, estas salidas estarán condicionadas a la capacidad de los centros para asegurar que se realicen de una forma ordenada, escalonada y con las medidas de prevención necesarias. Para ello, se formará a los residentes en las pautas que deberán seguir: lavado de manos, higiene respiratoria, distancia física y adecuado uso de mascarillas. También se establecerán protocolos para la salida y el retorno al centro. Si se considera necesario, el personal de las residencias podrá acompañar a las personas residentes en las primeras salidas para ayudarles a familiarizarse con las pautas de prevención.

Asimismo, las residencias que todavía tienen algún caso positivo de coronavirus podrán recibir visitas, siempre que dichos centros tengan una adecuada sectorización que delimite el área donde se atienden a las personas con COVID-19. Además, se podrá autorizar la visita de dos personas de forma simultánea a los residentes, siempre que pertenezcan al mismo grupo convivencial y cumplan los requisitos sanitarios. Las visitas seguirán realizándose con las medidas de prevención oportunas (uso de mascarilla y mantenimiento de la distancia física).

La vuelta a la "normalidad" de forma progresiva también contempla la reanudación de las actividades grupales que se suelen realizar de manera habitual en estos centros, como estimulación cognitiva, rehabilitación y actividades de ocio. Se recomienda su organización en "unidades de convivencia", es decir, grupos de pocas personas conformados siempre por los mismos residentes y cuidadores. Desde la fase 2 ya se habían recuperado también de forma gradual otros servicios externos como peluquería, podología y servicios religiosos.

Finalmente, se autorizan de nuevo las estancias temporales y para respiro familiar, según los criterios establecidos por Salud Pública.

La Unidad de Ordenación de la Atención Sanitaria en los centros residenciales sociosanitarios presentó el pasado viernes a responsables de los centros el borrador de este plan de desescalada, que junto a las medidas anteriormente dichas incide en la necesidad de "potenciar la recuperación de la situación física y psicológica de las personas residentes, de forma especial de aquellas que han padecido la COVID-19".

Se pretende de este modo "garantizar los derechos de estas personas después de esta etapa de obligado aislamiento, al mismo tiempo que se mantienen las condiciones necesarias para garantizar una adecuada atención sanitaria y una estricta vigilancia epidemiológica de las personas mayores, dado que se trata de uno de los colectivos más vulnerables de esta pandemia, como ha quedado patente".

Estas nuevas pautas han sido determinadas en el seno de la Unidad de Ordenación de la Atención Sanitaria en los centros residenciales sociosanitarios, conformada por los Departamentos de Derechos Sociales y de Salud, y se irán modificando en las próximas semanas en función de la situación epidemiológica en la Comunidad foral y los propios centros.