- Es un resultado que figura en todas las quinielas. Allí donde pase una crisis, puede poner una X que afecte a la acumulación de asuntos en los juzgados de Familia. Y esta no será diferente. Quizás todavía más gravosa, no solo por las consecuencias propias de la maltrecha economía, que provocará más demandas de modificaciones de medidas (en 2019 hubo 239 peticiones de rebajas de pensiones a hijos) sino también por las características específicas de la crisis del confinamiento, en la que las relaciones familiares se han tensionado más de la cuenta y eso acabará previsiblemente en un aumento del número de divorcios. Tres de cada cuatro nuevas rupturas matrimoniales se tramitarán en un juzgado de reciente creación, el de Primera Instancia número 10 de Pamplona. Ello provocará que la mayor parte de dichos divorcios puedan celebrarse con relativa agilidad. En caso de que el ingreso de la demanda se produzca ahora, se están fijando vistas con agilidad relativa para septiembre, debido a que este órgano judicial va prácticamente al día. Pero en estos meses ya acumula 360 asuntos nuevos. Solo del 15 de marzo al 24 de mayo recibió 75 relativas a divorcio.

Pero el alivio que ello supone para la jurisdicción de Familia no se puede extrapolar a otras causas. Y así, el juzgado de Primera Instancia 3 de Pamplona, que dirige ahora la magistrada Victoria Rubio, tiene tal cantidad de causas acumuladas que las baldas de su estantería. Las vistas de divorcios en el viejo juzgado de Familia de Pamplona, que se creó en 1981, no se verán antes de un año por el retraso acumulado durante el confinamiento. "Hemos avanzado en todo lo que se podía avanzar, en toda la tramitación escrita, pero los juicios no se podían celebrar", recuerda Rubio. Pero así como las demandas de divorcio son materia de reparto y, por tanto, pueden acelerarse en función de su destino, no ocurre lo mismo con las peticiones de modificaciones de medidas. Con ello se refiere a las solicitudes para rebajar las pensiones alimenticias a hijos porque los progenitores han sufrido algún tipo de incidencia laboral, han perdido el trabajo o han sufrido un ERTE. Estas demandas son las más previsibles de incrementarse en la actual situación, si bien aún no han llegado. Como la ley obliga a que dichas modificaciones de medidas deben dictarse por el juzgado de origen que estableció las mismas, la mayoría de ellas solo podrán ser vistas por el juzgado número 3, el que mayor carga de trabajo acumula. Con ello, no será antes de un año cuando empiecen estos juicios. Antes, los casos acumulados durante el confinamiento ya han copado la agenda y eso supone "muchísimo trabajo", admite Rubio, que aun así entiende que "el aumento de casos no va a ser tan importante, como por ejemplo, en lo Social, donde se va a ver directamente el despido. Pero Familia es una jurisdicción muy señalada porque es una materia delicada". Durante la crisis de la covid-19, a raíz del Real Decreto 16/20, se establecen procedimientos urgentes para aquellas modificaciones de medidas vinculadas con una situación económica distinta motivada por la pandemia y también contempla la posibilidad de compensaciones de regímenes de visitas porque durante el confinamiento no han podido llevarse a cabo. Por ahora solo se han tramitado dos procedimientos de este tipo. Rubio augura que "es muy difícil que se lleguen a compensar esos tiempos porque eran circunstancias excepcionales y se entiende que los padres han hecho lo que han podido". La jueza Pérez-Salazar opina que "no es fácil prever el incremento de asuntos que va a traer el Estado de Alarma, lo previsible es que lo traiga. En mi opinión va a haber muchas modificaciones de medidas por la situación económica, va a haber segurísimo rebajas de pensiones".