- El rebrote en Tudela ha pillado por sorpresa a los hosteleros y comerciantes de la capital ribera, que ahora se enfrentan con "miedo" e "incertidumbre" a las consecuencias que pueda acarrear en sus negocios esta nueva ola de contagios. Cuando oyeron hablar de que había un rebrote en la zona, la mayoría pensó que era "un bulo", pero tras consultar con la Policía Local y verlo publicado en los medios de comunicación, supieron que era cierto.

La Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo de Tudela señaló que el brote ha metido "el miedo en el cuerpo" a los vecinos de la ciudad y de pueblos colindantes, que han preferido "no salir de casa" y, por tanto, no ir a comprar, algo que, después de tres meses de cierre por el confinamiento, puede provocar un "destroce económico" irreversible en la zona.

También la abogada y la gestora de la Asociación Tudela Ciudad Comercial, Isabel Clemente, admite que "no ha parado de trabajar" durante el confinamiento para salvar la situación de muchos negocios que ya acarreaban consigo "unos años malos" y asegura que algunos no soportarían un nuevo confinamiento.

Una opinión que comparte Ladislao Aranda, que, junto a sus hermanos, regenta dos zapaterías en el centro de la ciudad, y que cifra en más de un 25% los comercios que "no aguantaría si tuviera que volver a cerrar", aunque se muestra optimista por el hecho de que, si ocurriese, les "pillaría más preparados" para afrontar la situación. Aranda explica que la pandemia ha hecho "tambalear" su negocio familiar de más de 80 años de antigüedad, llegó "en el peor momento de todos". Por ello, pide a la ciudadanía "que se tome en serio" la situación, ya que, "si fuera a más, sería dramática" para todos los comerciantes que ya están "tocados".

Este fin de semana se presenta "duro" para los hosteleros tudelanos, que ya comienzan a ver "menos gente en las terrazas" y afrontan una situación "complicada" y de grandes pérdidas tras la cancelación de la Semana de la Verdura, Semana Santa, y, en los próximos días, las fiestas de Santa Ana. El encargado del Bar Aragón y vicepresidente de la Asociación de Barmans de Navarra, Francisco Pelarda, apela a la "responsabilidad" del sector hostelero, pero critica la "incongruencia" del hecho de que los empleados deban llevar mascarilla y, sin embargo, el 90% de los clientes de las terrazas no se la pongan, lo que provoca un aumento en el riesgo de contagio.