- Con motivo ayer del día Internacional de la Juventud se celebró un encuentro en el que participaron el director gerente del Instituto Navarro de la Juventud (INJ), Carlos Amatriain y tres jóvenes, Maider Blanco, Xabier Aláez y Yulia Zubiva, quienes reivindicaron su labor en los ámbitos de la solidaridad voluntariadoinnovaciónemprendimi ento medio ambie nte

Este año, el lema es "el compromiso de la juventud por una acción global" y según destacó Amatriain persigue dar voz a la juventud destacando la importancia de los jóvenes en la vida y los procesos políticos, económicos y sociales y las maneras en las que su compromiso se lleva a cabo a nivel local, nacional e internacional.

El INJ no quiso dejar pasar la oportunidad de promover "el papel esencial de la juventud en los procesos de cambio y sensibilizar sobre los problemas y los desafíos a los que se enfrentan". En este sentido, añadió que en la agenda para el desarrollo sostenible 2020-2030 "la juventud es precisamente un agente de cambio fundamental para el desarrollo".

Asimismo, Amatriain realizó un análisis de la situación sociolaboral de la juventud navarra y aseguró que "la juventud sufrirá más tras la pandemia". También destacó la labor de los jóvenes durante los últimos meses, con acciones como voluntariado para ayudar a vecinos y vecinas o a personas en situación de vulnerabilidad.

El INJ realiza un diagnóstico sobre la situación de la juventud anualmente con el objetivo de "dar salida a la planificación estratégica pendiente de llevar a cabo a lo largo de este año". A pesar de advertir que los datos de 2020 todavía se desconocen, el director adelantó que "Navarra sigue las pautas de envejecimiento similares a las sociedades europeas".

La población con edades comprendidas entre 14 y 30 años supone un 17,5% de la población total de la Comunidad Foral, un colectivo que engloba a más de 100.000 personas cada vez más y mejor formadas. Según Amatriain, "una población joven plurilingüe que nace conectada y que han socializado ya como nativos y nativas digitales". Por el contrario, la precariedad es el principal síntoma de la situación sociolaboral del colectivo joven, la tasa de paro juvenil se sitúa entorno a un 13%, un poco superior para las mujeres.

A su vez resaltó la temporalidad de contratación de este tipo de personas y en definitiva concluyó que "es una imagen de la situación de la juventud ante un contexto de incertidumbre, a expensas de conocer los efectos que se generarán tras la evolución de la pandemia". Desde el INJ consideran que "será la juventud quien más dificultades tenga para afrontar las consecuencias socioeconómicas que se derivaran de esta situación".