u afición por el barranquismo, los deportes de montaña y la naturaleza les unió. Y lo hizo hasta el final de sus días. Los cuatro amigos que sufrieron el miércoles un terrible accidente cuando practicaban barranquismo en las gargantas de Parlitobel, en el cantón suizo de San Galo, compartían sus pasiones, que llevaban años disfrutando en la geografía cercana, pero también más allá de las fronteras del Estado. "A pesar su juventud, eran unos deportistas muy formados y con mucha preparación, con mucha experiencia. Eran unos chicos muy activos, que actualizaban constantemente sus conocimientos". Habla Sergio Martínez, presidente de la Federación Navarra de Espeleología, en la que estaban federados dos de los fallecidos, Mikel Lasa y Mikel Zabalza, estaban federados. La otra víctima mortal -Tontxu González- estaba federada en Cantabria.

Diego Maeztu Martínez de Morentin, que ayer continuaba desaparecido, tiene 38 años y una hermana que se llama Mirella. Trabaja en la multinacional Centroacero en su factoría de Murieta. De carácter emprendedor fue uno de los fundadores y actual presidente del club de espeleología de Allo Kat-Team. Un club desde el que preparaban todo tipo de actividades durante todo el año: senderismo, monte, barrancos, espeleología y paseos en bici. Uno de sus hitos fue la hollar cumbre en el Mont Blanc en 2019. Su experiencia en la montaña era muy amplia. Entre sus aficiones estaba la música y también formaba parte de la Txaranga Jurramendi y de la cuadrillas de Allo Los Modorros. Su madre, Margari Martínez de Morentin, reside en la misma localidad, mientras que su padre Félix Maeztu ya falleció. Era trabajador y representante sindical de la Papelera de Allo.

Mikel Lasa Mendizabal, de 33 años, era natural de Allo y su pareja era Amaia Lacalle. Hijo de Luis Lasa y de Amaia Mendizabal, tenía dos hermanos, Miren y Eduardo. Fue otro de los fundadores del club Kat-Team, cuyo nombre sería Equipo Gato en referencia al mote como se conoce a los habitantes de Allo. Estudió en el centro de Lizarra Ikastola en la Ciudad del Ega. Su pasión era el monte y en especial el barranquismo. También amaba profundamente los perros: poseía varios ejemplares que también solía llevar en sus excursiones a la montaña. Entre sus otras aficiones estaba el fútbol y sobre todo la mecánica, ya que "le encantaban los motores", indicaron algunos allegados. Sus amigos (formaba parte de la cuadrillas GTI de Allo) y conocidos le describieron como una persona muy especial que "emanaba y transmitía felicidad".

Mikel Zabalza Hernández, de 29 años, habría cumplido mañana la treintena. Natural del barrio de la Rochapea de Pamplona, el más joven del grupo accidentado en Suiza, se afincó en Uharte-Arakil a los 15 años de edad, cuando llegó hasta la localidad junto a su madre. Totalmente integrado en el pueblo, Mikel vivía actualmente en una vivienda con su hermano pequeño Aritz. Trabajaba en una empresa de fundición en Salvatierra y su tiempo libre lo dedicaba a jugar a las cartas con sus amigos, pero sobre todo a practicar barranquismo. "Cualquier día se iba a practicarlo, era su vida", destacaron ayer vecinos de Uharte-Arakil, donde la pérdida fue sentida profundamente. Era miembro de Sakon Espelo Taldea.

Andoni González Ortiz de Murua, de 47 años, ya era Tontxu para toda su gente. Ni siquiera conocidos suyos eran capaces ayer de acertar el nombre de su partida de nacimiento. Aunque de origen vizcaíno, algunos allegados indicaron ayer que llavaba ya años viviendo en Navarra y apuntaban Zizur como su localidad actual de residencia. Como sus compañeros, amaba el barranquismo y era un gran aficionado a la fotografía en el medio natural.