- La Fiscalía de Navarra reclama para Artem Balyuk, un vecino de Huarte de nacionalidad ucraniana y de 44 años, una pena de 19 años de prisión por un delito de homicidio, además de otros 25 meses de cárcel por maltrato habitual, después de que el Ministerio Público le considere autor y responsable de la muerte violenta de su pareja, Natalya Balyuk, que falleció a los 38 años en el Complejo Hospitalario de Navarra el 27 de agosto de 2018. La mujer permaneció varios días ingresada, a consecuencia de las lesiones provocadas presuntamente por su marido, en el domicilio donde ambos vivían en Huarte y en el que también residía la madre del procesado. Al haber transcurrido recientemente dos años del ingreso en prisión provisional del acusado, se celebró una comparecencia en la que se ratificó la prórroga de la prisión preventiva a la espera del juicio, que se celebrará a finales de este año o principios del próximo.

Según el escrito de la Fiscalía, durante los 20 años de la relación sentimental entre la víctima y el acusado, este agredió en varias ocasiones a la mujer hasta el desenlace mortal de 2018. Ella ya había puesto fin a la relación en 2014. Así empieza la acusación del Ministerio Público, recordando cuando cesó esa relación ahora hace seis años. Por entonces, el acusado solía buscar y esperar a Natalya en las inmediaciones de su casa para verla e intentar retomar la relación con ella. Esta situación motivó que Nataliya, en ocasiones, se hiciera acompañar por terceras personas, ya que no tenía parientes cercanos, ni muchas amistades. Por ello las personas de referencia en España eran el acusado y la madre del acusado, situación de desamparo de la que era conocedor el procesado.

varios episodios de maltrato A comienzos de 2015, tras detectarle una enfermedad y la pérdida de un familiar, Nataliya retomó su relación con el acusado, quien continuó agrediendo a su mujer a pesar de conocer su enfermedad, de conocer su necesidad de ayuda y apoyo y de conocer la falta de capacidad de reacción de Nataliya ante estas agresiones. Esta situación de maltrato llegó a oídos del responsable de la empresa en la que trabajaba Nataliya, que denunció la situación. Acusado y víctima vivían entonces juntos en Ansoáin. Cuando agentes de la Guardia Civil acudieron al domicilio para comprobar los indicios de malos tratos, en ese momento Nataliya mostró a los agentes que acudieron al lugar un hematoma en el costado izquierdo que el acusado le había causado dos semanas antes con un objeto contundente. No se interpuso denuncia. En otra ocasión, el 20 de noviembre de 2016, también hubo una discusión durante la cual el acusado zarandeó y agredió a Natalya. La víctima dijo que no quería denunciar. En otra ocasión, también en 2016, llamó a casa a una compañera de trabajo para que la fuera a buscar a casa porque Balyuk le había agredido. Según la Fiscalía, el encausado, “si bien la acogió en su casa nunca se preocupó de la salud ni de las necesidades de la víctima. Nunca la llevó al médico, ni le preguntó qué es lo que tenía; nunca pidió ayuda para ella, y tampoco se preocupó de la evolución de la enfermedad. No obstante, sí era conocedor del deterioro que cada día mostraba Nataliya”.

VIOLENCIA Y ABANDONO La agresión mortal se desencadenó a partir del 25 de agosto de 2018, cuando el acusado y la víctima comenzaron una discusión por temas relacionados con el alcohol. Durante esa discusión Balyuk agredió a Nataliya en varias partes de su cuerpo, siendo una de las zonas especialmente golpeadas la de la cabeza, donde le propinó, entre otros, dos fuertes golpes en la frente. Tras la agresión, el hombre se encaminó a su habitación, mientras que Nataliya se quedó tumbada en el sofá situado en el salón de la vivienda. A lo largo de esa mañana Artem y Nataliya estuvieron en la vivienda. “A pesar de conocer que Nataliya estaba enferma, que su deterioro era palmario, que la había agredido y que sus lesiones en la cabeza eran evidentes, el acusado en ningún momento entró en el salón para preguntar o comprobar el estado de Nataliya”, dice el fiscal. Al mediodía, la madre de Balyuk llegó a la vivienda, cogió el carro de la compra y se marchó. Dos horas después, tras regresar, se acercó a comprobar cómo se encontraba la víctima y al ver la gravedad de su estado pidió a su hijo llamar a Urgencias.

Al llegar a la vivienda personal de Salud se encontraron a la víctima abandonada, desatendida e inconsciente. Presentaba varios hematomas por todo el cuerpo (entre ellos en la espalda, en el hombro, en el costado, y en la parte posterior de las rodillas) y dos grandes chichones en la frente. En consecuencia, el lamentable estado físico que presentaba Nataliya y que pudieron apreciar los sanitarios “era consecuencia de la situación de abandono general a la que le había sometido el acusado y sobre todo, de los golpes reiterados que le había propinado esa misma madrugada de forma especialmente violenta a pesar del estado de salud tan sumamente deteriorado que tenía Natalya, que hacían previsible el resultado letal tras los golpes dados”, zanja el fiscal.