UPN vive un momento de euforia. Por primera vez desde 2019, ve al Gobierno de Navarra tambalearse. Los regionalistas celebraron este sábado un consejo político en Olite en el que Cristina Ibarrola, presidenta del partido, dijo que a Chivite ya solo le queda la salida que a finales de siglo tuvieron que tomar los dos últimos presidentes socialistas de Navarra –Urralburu y Otano–: la dimisión. De hecho, el tono fue de celebración cuando Ibarrola felicitó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y presumió de que UPN es el partido responsable de haber denunciado la obra de los túneles de Belate.
Ibarrola hizo una cuenta atrás. Para ella, Chivite tiene “los días contados”. Todo su gobierno está bajo sospecha, dijo, y ya “han caído quienes la han alzado, dirigido y controlado durante toda su trayectoria política: Cerdán y Alzórriz. Ella todavía aguanta, pero consciente de que terminará cayendo, es insalvable”.
Tras lamentar que “Navarra tiene un Gobierno que emergió y se ha sostenido desde la corrupción que representa Santos Cerdán”, recordó que su partido lleva años denunciando que el PSN estaba convirtiendo la política “en un mercado persa donde todo se vende y todo se compra para mantenerse en el poder”.
Pero con lo conocido en los últimos, ha subrayado, se comprueba que “era mucho más grave” porque “necesitaban el poder para seguir lucrándose”. Ibarrola recordó que fue Cerdán quien negoció con EH Bildu y convenció al presidente Pedro Sánchez para permitir el Gobierno de Chivite en 2019. “Cerdán tomaba las decisiones estratégicas en Navarra y a estas alturas es evidente por qué lo hizo. No era ideología, no era proyecto, ni siquiera eran solo ansias de poder: era dinero”, enfatizó.
Salida: dimitir
Por ello, Ibarrola insistió en que “Chivite solo tiene una salida digna: dimitir. Ella lo sabe”. La tildó de “presidenta frágil y acabada”, al frente de un Gobierno que “tiene una mancha de posible corrupción que lo contamina todo y se seguirá extendiendo”. “Ver las caras descompuestas de María Chivite y otros líderes socialistas, su falta de respuestas, su lenguaje no verbal, objetiva que son un proyecto que está en descomposición”, dijo. La presidenta de UPN lamentó también que “el daño reputacional que se hace al buen nombre de Navarra es enorme. Entristece la imagen de Navarra que está abriendo portadas e informativos”. Ante esta situación, Ibarrola ha manifestado que la dignidad de la dirección del PSN “ya se ha perdido”, pero “la dignidad de Navarra y de los navarros está en juego y hay que preservarla”.