espegues y aterrizajes que se encadenan, reencuentros acaramelados de familiares y amantes, pasajeros con sudor en la frente de echarse una carrera para llegar a la puerta de embarque... La imagen de los aeropuertos ajetreados es todo un emblema de las superproducciones de Hollywood, pero no siempre todo es tan bonito. Y es que, aunque las nuevas tecnologías han hecho más fácil la localización y traslado de los equipajes que viajan en bodega, el trajín de los aeropuertos y el factor humano hacen que las cifras de pérdidas de maletas aún sean altas. Concretamente, el 14% de los navarros ven cómo durante sus vacaciones sus maletas llegaron con retraso, desaparecieron o sufrieron algún daño, según indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.

Estos problemas, si bien se dan a lo largo de todo el año, son especialmente habituales durante el verano, cuando las escapadas son más frecuentes, y, aunque se den en todos los medios de transporte, el aéreo es el que más ampollas levanta en cuanto a las desventuras del equipaje. El viajero espera en la cinta de equipajes del aeropuerto de destino, el resto de pasajeros van cogiendo sus maletas, pero la suya no aparece. Otras veces el equipaje aparece al tiempo, pero dañada, con abolladuras, agarres descosidos o cierres estropeados. Y, en otras ocasiones, sencillamente no llegan jamás.

Ante estas situaciones, lo primero que debe hacer el afectado por la pérdida de su maleta es, antes de salir del aeropuerto, buscar el mostrador de su compañía aérea y rellenar allí el Parte de Irregularidad de Equipaje (PIR). Es recomendable pedir una copia. Si no se formula el PIR, la compañía aérea puede presumir que el equipaje se ha entregado a tiempo y en buen estado.

Además, es conveniente rellenar un PIR por cada maleta extraviada y no hacerlo de forma conjunta aunque se viaje en grupo. En algunos casos, la compañía se vale de esta circunstancia para pagar una sola indemnización aunque se trate de varias maletas de una familia o amigos que viajaban juntos.

1.382 € de indemnización máxima

A partir de la presentación del PIR, hay unos plazos limitados para realizar la reclamación correspondiente a la compañía aérea. En el caso de desperfectos en la maleta, el pasajero dispone solo de siete días desde que la recibe para reclamar y, si se trata de un retraso, dispone de 21 días desde que ya se dispone del equipaje y, si en este plazo no ha aparecido la maleta, se da por perdida.

En los casos de retraso o pérdida de maletas, es muy importante que el consumidor conserve los justificantes de pago de la ropa o artículos que se ha visto obligado a comprar durante su estancia por no disponer de su equipaje. Así, el Convenio de Montreal limita la responsabilidad máxima del transportista a 1.131 Derechos Especiales de Giro (DEG) por pasajero, que actualmente equivaldrían a 1.382 euros. Si el pasajero cree que este límite no cubre el valor de su equipaje o lleva objetos de especial valor y quiere asegurarlos, puede realizar una declaración especial de valor antes de viajar, pero esto le supondrá pagar un suplemento.

Asimismo, según apunta Irache, algunas de las personas que interpusieron quejas tras haber tenido problemas con su equipaje aseguran estar también molestas por haber tenido que pagar más al facturar las maletas. Es muy recomendable que antes de adquirir un billete de avión consulte con la compañía las limitaciones concretas al número de bultos, las medidas y los pesos máximos que aplican para los equipajes. Y es que, en los últimos años, muchas de las compañías han ido limitando el número de bultos que se pueden llevar y que van incluidas en el precio del billete.

Varias solo permiten el transporte de un equipaje de mano y cualquier otra maleta que se lleve supone un sobrecoste, que puede ser de cuarenta euros o más. En el caso del equipaje de mano, no facturado, la compañía solo será responsable del daño si éste se debe a su culpa o a la de sus empleados.

reclamaciones

7 días por daños y 21 por pérdida. A partir de la presentación del Parte de Irregularidad de Equipaje, hay unos plazos limitados para realizar la reclamación correspondiente a la compañía aérea. En el caso de daño en la maleta, el pasajero dispone de siete días desde que la recibe para reclamar a la compañía aérea. Siempre es conveniente atestiguar los daños con fotografías. Si se trata de un retraso, dispone de 21 días desde que ya se dispone del equipaje. Si en este plazo no ha aparecido la maleta, se da por perdida. En este último caso, no hay un plazo concreto pero conviene hacer la reclamación lo antes posible. Si no hay respuesta, cuenta con dos años desde la llegada del avión para reclamar judicialmente sus derechos. Si su viaje tiene una conexión y vuela con más de una compañía aérea, éstas deben responder solidariamente. Por su parte, la Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha reclamado ampliar los plazos de reclamación, que considera “insuficientes”.