as partes antiguas, y rescatables, de un edificio construido a finales del siglo XVIII convivirán con la tecnología más novedosa en un nuevo alojamiento para estudiantes inaugurado ayer en el centro de Pamplona, que tiene como bases el modelo residencial Coliving, la sostenibilidad y la seguridad sanitaria. Se trata de un edificio rehabilitado durante este último año que acogerá a 40 personas, distribuidas en ocho pisos equipados, que compartirán zonas comunes, como la cocina y el salón, y dispondrán de su habitación de uso individual. El apartamento será Free Covid

Este es el concepto que la firma catalana Lloguering Students creó en 2010, y que consiste en “crear edificios completos de pisos compartidos para estudiantes. Los biorritmos de los estudiantes y de las familias son diferentes, y es el modo de ser respetuosos los unos con los otros”, señaló ayer la gerente de la firma, Rosa Ceravalls Pujol, quien destacó que “la razón de todo esto es ser respetuoso con el medio ambiente y utilizar toda la tecnología necesaria para que sea un entorno seguro sanitariamente”.

Ya solo la forma de entrar al número 40 de la calle San Antón de Pamplona -la antigua Casa de Viajeros de Lorenzo Tiberio- hace ver que no es una vivienda al uso. No hay llaves ni tarjetas, sino que la puerta se abre mediante una aplicación móvil, de forma que no se toca ninguna superficie. Asimismo, las zonas de entrada como la escalera y el ascensor disponen de una cámara biométrica y termográfica que toma la temperatura.

“Si la temperatura es de 37,5 grados, te llegaría un email donde se indica la farmacia, el médico de urgencias y el hospital más próximos. Si pasas de 38 grados, avisaría a tu persona de contacto de emergencias”, señaló Ceravalls. Por otro lado, si una persona no residente tiene fiebre, no podrá acceder al edificio. En cuanto a la limpieza del interior, esta se hace tanto con productos bactericidas y virucidas como con máquinas de ozono.

Este especial cuidado con la limpieza va unido al de la sostenibilidad, algo que se puede comprobar en los sistemas de calefacción y de aire acondicionado. “Ambos salen por el suelo, de forma que no se levanta aire. Es el más adecuado sanitariamente y además es de bajo consumo ”, indicó la gerente de la firma, la cual solo trabaja con edificios antiguos. “Partes como el arco, las vigas, los ventanales, la pared o la escalera las ponemos en valor, y el resto es todo moderno, y blanco, para que resalten lo antiguo. Hay que ser responsables también con el patrimonio”, añadió.

Por otro lado, todo está iluminado con luces ultravioletas, que tienen un sensor de movimiento y se encienden cuando la persona pasa y luego se apagan solas. También se opta por el reciclaje y por los menús saludables, de forma que este año han incorporado un servicio de catering para que el estudiante que lo solicite tenga su comida preparada en la nevera.

Por último, con el fin de no molestar al resto de estudiantes ni a los vecinos y vecinas de los pisos de al lado, el edificio contará con sensores que avisarán si se pasa de los 30 decibelios. “Cuando te estás acercando al nivel de ruido, te envía un email, pero, como puede que no lo veas, este año las luces se encenderán y apagarán como aviso. Si sigues, te llamamos desde la central”, explicó Ceravalls.

Aunque se inauguró ayer, ya son varios los estudiantes que se han interesado por alquilar su habitación en este lugar tan privilegiado.