La Cámara de Comptos ha recomendado al Gobierno de Navarra que elabore un plan de promoción de la salud mental, ya que "actualmente dicha prevención se limita a iniciativas para grupos reducidos", y le sugiere poner en marcha un plan para prevenir el suicidio.

El órgano fiscalizador ha publicado un informe sobre la gestión de la salud mental en Navarra entre 2014 y 2019 en el que concluye que los recursos públicos, humanos y materiales para la atención sanitaria de personas con trastorno mental "son, en general, suficientes", si bien ha apuntado que "prácticamente no hay oferta pública" en residencias y pisos tutelados.

El informe cifra en 58 millones el gasto en salud mental en el ejercicio de 2019. Supone un incremento del 31 por ciento respecto a 2014, cuando el Gobierno de Navarra dedicó a ese ámbito de la salud 44 millones.

La mayor parte del gasto -31 millones- se destina a personal. El informe cifra en 717 los profesionales dedicados a la salud mental, de los que 337 son fijos y 380 contratados. En este sentido, Comptos apunta a un incremento de la temporalidad del personal durante estos últimos años, que ha pasado de un 37% en 2014 al 53% de 2019.

El gasto en salud mental incluye la atención en centros de salud y hospitales, que supone 45 millones; a recursos socio-sanitarios se destinan algo más de 11 millones; los centros ocupacionales tienen una subvención de casi dos millones; y, por último, las subvenciones a los centros especiales de empleo sumaron el año pasado 850.000 euros.

El informe concluye que los recursos públicos, humanos y materiales para la atención sanitaria de personas con trastorno mental "son, en general, suficientes". Se incluyen en ese ámbito los centros de salud mental, las unidades de atención hospitalaria y los hospitales de día. Según el órgano fiscalizador, "sus índices de ocupación actuales permitirían atender a un número mayor de pacientes".

Entre las mejoras para la atención sanitaria de los enfermos mentales graves, Comptos destaca la puesta en marcha, a finales de 2018, de las unidades de media y larga estancia en el Centro San Francisco Javier de Pamplona. El objetivo de estas medidas es contar con un circuito integrado para atender mejor a los enfermos mentales que precisan hospitalización.

El informe apunta también la puesta en marcha en 2017 del programa de Primeros Episodios Psicóticos con el objetivo de tratar de modo precoz a las personas que sufren episodios psicóticos y prevenir su discapacitación laboral.

FALTA DE PLAZAS PUBLICAS EN RESIDENCIAS Y PISOS TUTELADOS

En cuanto a recursos socio-sanitarios -residencias y pisos tutelados-, Comptos ha señalado que "prácticamente no existe oferta pública" y ha indicado que estos servicios "se prestan a través de centros concertados cuya oferta, sin embargo, no cubre la demanda existente".

Así, la Cámara destaca que hay "un déficit que la Administración Foral intenta solventar con ayudas para que los enfermos accedan a plazas de centros privados". "El importe gastado en esas ayudas ha aumentado notablemente en los últimos años, hasta superar el año pasado los cuatro millones", ha apuntado.

El informe subraya también la diferencia en la calidad de las instalaciones dedicadas a salud mental. Así, el centro San Francisco Javier de Pamplona, recientemente reformado, "cuenta con unas instalaciones óptimas para los recursos de asistencia sanitaria". Por el contrario, las instalaciones del Complejo Hospitalario y las de algunos hospitales de día, por el contrario, "están obsoletas", por lo que recomienda su renovación.

El informe incluye otras dos recomendaciones para mejorar la gestión de la salud mental, referidas ambas a la prevención. La Cámara de Comptos recomienda al Gobierno de Navarra que elabore un plan de promoción de la salud mental, "puesto que actualmente dicha prevención se limita a iniciativas para grupos reducidos". También sugiere poner en marcha un plan para prevenir el suicidio, cuya tasa se sitúa en seis suicidios anuales por 100.000 habitantes, más baja que la media del Estado.