El primer fin de semana del otoño estará marcado por una fuerte caída de las temperaturas, hasta 10 grados por debajo de lo normal en casi todo el país, vientos huracanados con rachas superiores a los 100 kilómetros por hora, y por abundantes lluvias, además de las primeras nevadas de la temporada, que han llegado a cuajar en el Pirineo navarro.

"Se trata de un fin de semana más propio de finales de octubre y principios de noviembre, que de ahora", ha avanzado Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia de Meteorología (Aemet), para detallar que los termómetros marcarán entre 6 y 10 grados menos de la media para esta época, aunque a partir del sábado y del domingo se prevé un ligero ascenso.

Esta situación térmica viene determinada, por un lado, por el anticiclón de las Azores, que se irá robusteciendo a medida que entre en España, y por la borrasca Odette, que desde las Islas Británicas se irá desplazando a la Europa continental.

Entre ambos sistemas de presión, -ha explicado Del Campo- se origina "un pasillo por donde se canalizan vientos muy intensos del noroeste, húmedos y fríos para la época", que arrastrarán la masa polar directa a nuestras latitudes.

A partir del domingo "se puede dar por finalizada la situación de tiempo adverso", ha señalado el portavoz de Aemet.

La semana próxima comenzará con "una clara mejoría", ha adelantado el portavoz, para detallar que el tiempo será seco y estable, con cielos casi despejados.

Los primeros días de la semana, las máximas subirán progresivamente en casi todo el país, para recuperar, poco a poco valores, más acordes con la época del año.