Navarra ha respaldado, con condiciones y proposiciones, un marco compartido de medidas especiales contra el COVID-19 en municipios con alta incidencia y población que ha sido aprobado por mayoría en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Así, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado, se ha planteado la necesidad de contar con más indicadores además de la incidencia (más de 500 casos por 100.000 habitantes), el porcentaje de pruebas positivas (más del 10%) y el margen de respuesta del sistema sanitario en puestos de UCI (que no haya una ocupación superior al 35%).

En este sentido, la consejera Santos Induráin ha propuesto tener en cuenta también el nivel de vinculación de casos a contactos o brotes (Navarra logra una trazabilidad del 70%), valorar la tasa de PCR por habitantes (la Comunidad Foral es la que más pruebas realiza) y computar también la ocupación de camas convencionales COVID-19 además de dejar siempre un margen para la adecuación de las medidas e indicadores a la realidad de cada localidad y zona.

Pamplona, que es el único municipio navarro con más de 100.000 habitantes, presentaba en el tramo de tiempo señalado por el documento una incidencia de 764 por 100.000 habitantes y una positividad del 11% -dos indicadores que superan los límites ahora establecidos- pero las UCI navarras quedan lejos del 35 % de ocupación al que se refiere el acuerdo para aplicar el cierre perimetral, ya que no han pasado del 17,9%.

Las actuaciones extraordinarias con medidas de obligado cumplimiento precisan, según el acuerdo, que se cumplan los tres requisitos de forma conjunta aunque el Ministerio se ha comprometido a ir enriqueciendo y consensuando el documento con las aportaciones que ha recogido en la ronda de intervenciones de las respectivas consejerías y órganos técnicos.

En el turno de Navarra, Santos Induráin ha destacado la importancia de dotarse de un marco general común y compartido pero, por un lado, ha propuesto la introducción de más indicadores cuantitativos y, por otro, ha apostado por dejar margen cualitativo en manos de los responsables de Salud Pública de cada gobierno para adecuar las intervenciones a cada realidad y circunstancia.

Según los datos de martes y tras un fin de semana con elevadas tasas, destaca el Gobierno de Navarra, la Comunidad Foral comienza a consolidar una meseta de casos que ronda los 300, al tiempo que se estabiliza la presión hospitalaria y se mantiene a la cabeza en realización de PCR y detección de casos (con más de 3.000 pruebas diarias) y en la mitad de la tabla (el martes bajó a 8 %) de positivos por test realizados.

Estos indicadores han llevado al Instituto de Salud Pública a considerar que se cierra un verano de "circulación mantenida con un nivel de actividad bajo e incidencia estable con oscilaciones" y nivel "medio" en cuanto gravedad, según su último boletín, aunque desde el Departamento de Salud se trabaja y se insta a aplanar la curva notablemente antes de introducirse en la temporada invernal en la que confluirán con otros virus como la gripe. No obstante, el informe epidemiológico semana de Salud Pública, correspondiente a la semana 39 (21 al 27 de septiembre) lo que recoge literalmente es una "circulación de SARS-CoV-2 con nivel medio de intensidad y nivel alto de gravedad. Tendencia creciente".