n una actualidad prácticamente monopolizada por la covid-19, el cáncer de mama es una patología que estaba antes, está ahora y estará una vez dejemos atrás la pandemia y es que es una enfermedad que afecta al 30% de las mujeres con algún tumor, detectándose cerca de 410 cada año en Navarra y 33.300 en el conjunto estatal.

A pesar de que la supervivencia a cinco años sea superior al 90%, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de mortalidad por tumores en mujeres y tiene una incidencia "muy alta, de ahí que ahora la prioridad deba ser mejorar la vida de las pacientes metastásicas -una de cada diez personas diagnosticadas debuta con metástasis-, lo cual exige más inversión en investigación e innovación", demandó Mari Jose Oraá, presidenta de la Asociación Navarra de Cáncer de Mama Saray.

En este sentido, Oraá advirtió de que la pandemia "ha debilitado la respuesta asistencial" frente a esta enfermedad, generándose "retrasos en la atención y dificultades objetivas en la comunicación no presencial" y pidió más personal y más dotación presupuestaria, incluso cuando se retome la actividad habitual.

El Parlamento foral celebró ayer un acto institucional de reconocimiento a las afectadas por cáncer de mama para, con motivo del Día Internacional de dicha enfermedad, mostrar su adhesión a las reivindicaciones de un colectivo que quiere seguir confiando en el sistema público de salud, a su entender la mejor herramienta para "avanzar en la detección precoz, la atención continuada y el control de calidad", también en tiempos de coronavirus.

Respecto a los problemas con las listas de espera, la presidenta afirmó que la situación de crisis generada por la covid-19 "ha debilitado la respuesta asistencial", generándose "retrasos en la atención y dificultades objetivas en la comunicación no presencial". "No tiene sentido contar con unos protocolos de seguimiento que se incumplen sistemáticamente. Es un tema que urge resolver", apuntó.

No obstante, Oraá reconoció que "los servicios de patología mamaria han funcionado, pues los quirófanos han seguido operando y, salvo durante el colapso hospitalario puntual de finales de marzo y principios de abril, no se han detectado limitaciones en la disponibilidad y utilización de los fármacos oncológicos, ni se han interrumpido las consultas, mayormente presenciales".

Así, tras subrayar el derecho a los cuidados paliativos, y la importancia de contar con "registros poblacionales homogéneos y actualizados" de cáncer, insistió en la necesidad de propiciar cambios normativos en los terrenos laboral y socio-económico, para favorecer la "reincorporación" de los pacientes que han sufrido procesos graves.

En ese contexto, llamó al "reconocimiento de Saray como agente social" y ha apuntado que la asociación "lleva 24 años trabajando en mejora de la calidad de vida de las personas con cáncer de mama y sus familias". "Estamos para contribuir a mejorar la atención asistencial. Seguimos defendiendo que una paciente activa, empoderada y autónoma es pieza fundamental de un sistema sanitario público, sostenible y de calidad", sostuvo.

Todo ello, según precisó, sin olvidar su compromiso con la investigación, tarea para la que han aportado 358.282 euros en los últimos seis años. "Este año, a falta de carreras solidarias debido a la pandemia, hemos lanzado la campaña Kilómetros de vida para poder continuar colaborando. Sorteamos los obstáculos con esfuerzo. Apostamos por la vida", dijo. Así, quienes deseen colaborar con la causa podrán comprar un dorsal solidario a través de la web de Saray para el próximo 25 de octubre, aunque no haya carrera, subir una foto con el dorsal y/o una camiseta de color rosa a las redes sociales con el hashtag#kilometrosdevida.

Por su parte, el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, enmarcó la decisión de dar "visibilidad al trabajo y a las reivindicaciones de Saray" en la "inequívoca apuesta" del Parlamento de Navarra por "cuidar la salud". Por último, Hualde agradeció "a las mujeres que formáis parte de Saray por vuestro trabajo y por contar con esta Cámara", apuntó.

Para finalizar la celebración, el Parlamento de Navarra iluminó ayer por la noche su fachada con el color rosa, tal y como establece la declaración institucional aprobada por unanimidad por la Junta de Portavoces el pasado 13 de octubre.