- Cintruénigo es una población limítrofe con las Comunidades de La Rioja, Aragón e incluso Castilla León. Son muchas las personas procedentes de pueblos de La Rioja que llevan viviendo muchos años aquí y que con el cierre perimetral y el anterior confinamiento han tenido muchos problemas para comunicarse presencialmente con sus familiares. En estos días previos a la festividad de Todos los Santos, algunos se han adelantado y han podido ir a sus localidades de origen para visitar tanto a sus familiares fallecidos como también a otros que viven allí. Así Angelita Jiménez, que lleva viviendo en Cintruénigo 50 años, visitaba su localidad de Valdegutur, una pequeña población riojana, para honrar a sus difuntos. También lo hacía en vísperas del cierre Gerardo Gil yendo a su pueblo natal de Igea, o Pruden Jiménez de Valverde; vino a Cintruénigo con 16 años y lleva ya en esta localidad ribera 56 años. Algunos de ellos todavía conservan algún familiar allí y a lo largo del año mantienen una fluida comunicación con ellos. Ayer la zona céntrica de Cintruénigo de Los Paseos o la calle Ligués, donde se concentran el mayor número de terrazas de bares y cafeterías, eran una zona desierta. La mayoría de estos bares son alquileres e incluso una cafetería que abría sus puertas hace apenas una semana este cierre no le ha dejado tiempo material de ponerse en marcha y conseguir una clientela. Uno de los bares más emblemáticos es El Caserón, propiedad de la Bodega Cooperativa Cirbonera y alquilado desde hace 8 años por el joven matrimonio formado por Laura Martínez y Fermín Alonso. Según la arrendataria Laura, el mal año que lleva desde que empezó la pandemia, la ausencia de fiestas de San Juan en junio, y las patronales de septiembre, así como los ahogos del Gobierno a los autónomos, ha provocado que haya perdido el 70% de la clientela, principalmente personas mayores. La falta de acuerdo económico con los responsables de la bodega cooperativa, con harto pesar suyo, decidía rescindir el contrato de arrendamiento cerrando definitivamente este establecimiento. A este respecto el alcalde Óscar Bea de Navarra Suma, señalaba que no entendía este cierre de la hostelería y comprendía el enfado de los hosteleros ya que a su juicio hundía al sector y más teniendo en cuenta que en la localidad no se habían dado casos de contagio con las terrazas y se cumplían las normas. Al día de hoy había 90 casos activos asintomáticos.