- Las cifras de nuevos casos de covid-19 en la última semana vislumbran una cierta remisión del virus, fruto de las duras restricciones con las que Navarra lleva casi un mes, con un descenso notable y continuado del número de positivos diario que en los últimos días han ido en progresivo descenso hasta situarse en los 187 registrados el domingo. Asimismo, como muchas veces han recordado los responsables de Salud, para analizar la evolución de la pandemia conviene tener en cuenta otros indicadores con más perspectiva como la incidencia acumulada en 14 días, que en Navarra -según los datos de ayer del Ministerio de Sanidad- ha descendido de los 1.000 casos por 100.000 habitantes por primera vez en tres semanas, situándose en los 968,18 positivos.

El virus tiende a remitir, aunque todavía tendrán que sucederse jornadas con cifras de nuevos casos muy bajas para hablar del paso a un escenario mejor que el actual. Porque si bien la curva de contagios se ha ido aplanando en los últimos días, en los hospitales la situación sigue siendo igual de asfixiante o más que hace una semana, ya que el decalaje de los ingresos es de 10 días, por lo que ahora se están asumiendo las hospitalizaciones de los contagios que hubo hace dos semanas, cuando estuvieron en cifras muy altas. De hecho, el sistema hospitalario atiende actualmente a 386 personas y la UCI sigue asumiendo nuevos pacientes y ya tiene una ocupación del 42,76%, con 65 personas.

De los cinco indicadores principales establecidos por Sanidad para evaluar la situación de la pandemia en los territorios, Navarra sigue en riesgo extremo en tres de ellos: incidencia en los últimos 14 y 7 días -con 968 y 359 casos por 100.000 habitantes- y en el porcentaje de camas UCI, con el 42,76%. En los otros dos, la tasa de positividad (11,97%) y la ocupación de las camas para pacientes covid (17,78%), la Comunidad Foral se sitúa en riesgo alto. Así las cosas, la tendencia de los últimos días da cierto aire de esperanza aunque todavía queda mucho por recorrer para que la situación epidemiológica y hospitalaria se sitúe en niveles asumibles.

En cualquier caso la mejoría es clara. El primer impacto de las restricciones -limitación de la movilidad y de los grupos de personas, cierre de la hostelería y el posterior toque de queda- se notó en la semana del 26 de octubre al 1 de noviembre, cuando se experimentó una ralentización del virus, en la que los positivos se estabilizaron, aunque en cifras muy altas, en torno a los 500 casos. Tras esa estabilización, la semana pasada -en la que llegaron los test de antígenos a los centros de salud, que suponen un revulsivo para el freno de contagios, al poder aislar antes a los positivos y sus contactos- comenzó con un descenso de los casos diarios a 429, cifra que se fue bajando a lo largo de la semana hasta llegar a los 182 detectados el domingo, una tendencia decreciente que debería prolongarse los próximos días.

Pero la incidencia no es el único indicador que habla de una remisión de la pandemia. La tasa de positividad -porcentaje de contagios detectados sobre el total de pruebas realizadas- se sitúa en los mejores parámetros desde hace tiempo. De hecho, desde la última semana de agosto, Navarra no encadenaba al menos seis jornadas consecutivas con la positividad por debajo del 10%. El domingo, con 2.283 pruebas realizadas, se notificaron 183 positivos, lo que supone una tasa de positividad del 8,2%, el sexto día consecutivo por debajo de ese 10%, desde que el pasado martes se notificara una tasa del 8,9%. Desde entonces, la media de positividad es del 8,5%.

Récord de casos e incidencia. El Gobierno decreta el confinamiento perimetral de Navarra y el cierre de la hostelería, entre otras medidas, en una semana en la que casi se llega a los 700 casos diarios.

Estabilización en torno a 500. Se aprueba el toque de queda y se limita las reuniones en domicilios a los convivientes. Los casos se estabilizan en torno a los 500.

Bajada notable de casos. Las restricciones implantadas las semanas previas empiezan a tener efecto y se produce un descenso notable y continuado de los casos, hasta los 182 del domingo.

Detectados 2.302 positivos la semana pasada. El descenso continuado de positivos que se produjo la semana pasada ha hecho que los casos de covid-19 detectados entre el 2 y el 8 de noviembre hayan sido un 42% menos que los reportados los siete días anteriores. Así, mientras que en la semana del 26 al 1 de noviembre se contabilizaron 3.972 contagios -prácticamente los mismos que la anterior a esa, cuando se detectaron 3.929- la semana pasada -del 2 al 8 de noviembre- se registraron 2.302 casos, un descenso de 1.670 contagios. Los ingresos también bajan, de 215 la semana previa, a los 153 de la pasada, y en UCI se reducen de 25 a 19. No obstante, ese descenso no se traduce de la misma manera en la ocupación. Mientras que los hospitalizados totales se han reducido de 427 a 386 en una semana, los pacientes que permanecen en la UCI han aumentado en este periodo de tiempo, pasando de los 58 a los 65 actuales.