- El confinamiento domiciliario que se prolongó desde el 14 de marzo hasta el 4 de mayo afectó gravemente a la salud mental de los más mayores, hasta tal punto de triplicar las demandas de consulta en la Clínica Josefina Arregui de Alsasua, entidad especialista en psicogeriatría.

El creciente número de solicitudes para una valoración no solo aumentó en número, sino que también lo hizo en términos de gravedad de los pacientes. “Está habiendo un aumento de la demanda de personas que han experimentado deterioro funcional, pérdida de autonomía y demandan servicios de rehabilitación global -terapia ocupacional, fisioterapia, mantenimiento funcional, etc-”, explica Bárbara Pérez, directora médica de la Clínica, que también desvela que ha habido “un empeoramiento muy importante de las personas que tenían una demencia a nivel cognitivo”.

Según Pérez, la importancia de una rutina para las personas mayores es muy importante, ya que el hecho de realizar tanto acciones cotidianas como relacionarse con más personas hace que creen una “estructura de vida” sobre la cual giran sus actividades, una rueda que dejó de girar de un frenazo con el encierro en el mes de marzo, especialmente a aquellas personas que ya tenían problemas en su día a día con anterioridad, agravando todavía más su situación.

“Nosotros subrayamos la importancia de hacer actividades, y en el momento en el que nos quedamos encerrados se han agravado los problemas de conducta: nerviosismo, agresividad, depresiones... el aumento de la incidencia ha sido muy significativo”, atestiguó Pérez.

Este empeoramiento también se pudo apreciar en la unidad de hospitalización de Alsasua, donde la entidad dispone de 21 camas concertadas con el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea y los pacientes permanecen ingresados entre 15 y 30 días para mejorar sus síntomas, conseguir la máxima autonomía posible, y ajustar la medicación, entre otras cosas. “Las personas que necesitaron ingresar también tenían alteraciones de conductas más graves. Si bien ya había casos delicados, el confinamiento supuso un plus”, confesó la directora médica.

Por su parte, el director-gerente de la Clínica Josefina Arregui, Ángel Gardachal, incidió en que este crecimiento de la demanda de consultas se ha hecho a pesar de “la falta de voluntad de publicidad” de la entidad, lo que “hace que mucha parte de la sociedad navarra no conozca nuestra ubicación ni qué hacemos”, por lo que esta cifra de solicitudes sería incluso mayor en cuanto a necesidades totales de la población se refiere.