- El Parlamento de Navarra se sumó ayer al Día Mundial de la Lucha contra el Sida y, con tal motivo, se iluminó ayer de color rojo su fachada, de la que cuelga un gran lazo del mismo color, como símbolo de “apoyo y lucha contra la discriminación, el estigma y el prejuicio”. A mediodía, el presidente del Legislativo foral, Unai Hualde, los miembros de la Mesa y Junta de Portavoces y parlamentarios de todos los grupos y agrupaciones participaron en un acto que, a iniciativa de la Comisión Anti-Sida de Navarra y la Asociación Sare, se ha celebrado en el Atrio de la sede de la Cámara.

Hualde leyó el manifiesto del Parlamento y puso de relieve el “compromiso” del Legislativo foral con las ONG que trabajan en el ámbito del VIH, a las que “se reconoce y se piensa seguir apoyando, también con una dotación económica suficiente”.

El presidente de la Cámara foral también aludió al decreto de salud sexual y reproductiva y, en ese terreno, reclamó “recursos humanos y materiales suficientes para llevar a cabo las acciones de educación sexual previstas” en el mismo. Promover la formación específica de docentes y socio-sanitarios, retirar la catalogación del VIH como enfermedad infectocontagiosa y recuperar el Programa de Control de VIH-SIDA son algunas otras de las propuestas defendidas desde el Parlamento para, además, “seguir avanzando en la eliminación de la discriminación” de las personas afectadas por esa enfermedad.

El acto concluyó con la lectura de un manifiesto por parte de las entidades convocantes en el que, entre otros, se insta a “reforzar los mecanismos de protección social, incluidos, en el caso del VIH y otras ITS, el diagnóstico precoz y el inicio temprano del tratamiento, imprescindibles para preservar la salud y prevenir la transmisión”.

Según manifestaron Jon Uranga (Comisión Anti-Sida Navarra) y Yolanda Yáñez (Sare), “la equidad, la justicia social y la defensa de los derechos humanos a través de unos servicios públicos de calidad constituyen la mejor garantía para, fortaleciendo el estado de bienestar, evitar que nadie se quede atrás”.

“Es imprescindible afianzar los logros obtenidos, lo cual pasa por proteger el sistema sanitario, tan perjudicado por los recortes y los estragos de la pandemia”, defendieron. En esa línea, Uranga y Yáñez llamaron a “mantener la respuesta haciendo lo posible por visibilizar el VIH tanto a pie de calle como desde las instituciones, de ahí lema de ONUSIDA elegido para este año, Solidaridad mundial, responsabilidad compartida”. “Hablamos de concienciar, de no dar un paso atrás. Esta pandemia es un reto que debemos afrontar unidas. Las dificultades detectadas en la atención así lo demuestran”, remarcaron.

Por otro lado, recordaron los “notables” avances que se han dado en el diagnóstico y prevención de la infección. En concreto, “en septiembre de 2019 se implementó la PrEP (los individuos VIH negativos toman medicamentos anti-VIH antes de entrar en contacto con el VIH para reducir su riesgo de infectarse) como prestación pública y en 2018 se firmó el Pacto Social por la no Discriminación y la Igualdad de Trato Asociada al VIH, con el que se ha logrado poner fin a la exclusión de las personas con VIH en funciones públicas”.

A su vez, según subrayar, “se está ya muy cerca del 90 90 90 de ONUSIDA”, un ambicioso objetivo para acabar con la epidemia del Sida en 2020. Consiste en que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico y que ese mismo porcentaje de entre los diagnosticados reciba terapia antirretrovírica continuada y tenga supresión viral. “La educación sexual está en el eje de la prevención y el diagnóstico precoz”, han significado Yáñez y Uranga.