Los representantes de la plataforma Sostería/Ostalaritza, Agustín Errasti, Jon Arratibel Safan y Tomás Urmeneta son hosteleros del Casco Antiguo pamplonés. Errasti es el propietario del bar Lambroa desde hace siete años. Safan, dueño de la herriko taberna de la calle el Carmen desde 2008. Urmeneta dirigió el Ostatu de Villava y desde marzo, es dueño del Bar La Campana. Todos tienen sus locales cerrados, y explican que ninguno tiene terraza.

Sobre la nueva asociación a la que representan, informan de que cuenta con unas 300 adhesiones. Surgió a raíz del cierre de la hostelería por el covid. "Empezó a haber reivindicaciones en la plaza Castillo de asociaciones de hostelería como Anapeh, Aehn, pero veíamos que se quedaba corto porque eso respondía más a la visión del empresario o al dueño del bar y nosotros creíamos que se podía ampliar también a trabajadores y trabajadoras", destaca Safan.

Además, sostiene que había algunas reivindicaciones que creían que faltaban, como exigir el Erte al cien por cien de los trabajadores, que hasta ahora se está aplicando el 70%. También les diferencia una línea discursiva diferente. "Al principio oíamos mucho la frase de queremos trabajar. Nosotros nunca hemos dicho de entrada que no vamos a cerrar. Pero pedimos fundamentar el cierre. Y además exigíamos unas ayudas, pero ahora mismo es necesario un rescate", declara con pesar.

Por otro lado, relatan que desde la asociación, aparte de contactar con el Gobierno, también han lanzado reivindicaciones hacia la administración local, sobre todo al Ayuntamiento de Pamplona.

Otra de las exigencias que les caracteriza, asegura Errasti, es que han manifestado al consejero de Salud, Carlos Artundo, que están dispuestos a cerrar al 50%, siempre con apoyo económico. "A menos del 50% es un cierre encubierto", afirma.

Desde Sostelería también expusieron a Artundo sus preocupaciones por las limitaciones de aforo. "Le preguntamos cómo pueden atinar tanto en la relación que existe entre las limitaciones de aforo y la expansión del virus", sostiene Errasti, quien recuerda que Navarra cuenta con uno de los índices de rastreadores y de trazabilidad más potentes de todo el Estado, pero que aún así "no hay datos concretos de qué nivel de infecciones hay en la hostelería".

Safan rememora que los hosteleros comenzaron enero con el 30 por ciento de aforo, y que ahora están cerrados en interiores. "La dinámica de subir y bajar el porcentaje se sigue manteniendo. ¿Por qué no se plantearon para este año haber hecho el 50 por ciento del aforo, que fue el promedio de los aforos de todo el año pasado?", se pregunta.

Otra de las reclamaciones que realizan desde Sostelería, afirman, es la necesidad de un rescate al sector, y critican las referencias que realizan varios políticos navarros a las "ayudas a la alemana que supuestamente se dieron en noviembre". El Gobierno foral, afirma Errasti, "se inspiró en la fórmula que se ha utilizado en Alemania para conceder el subsidio", pero asegura que desde el Ejecutivo liderado por Angela Merkel se ha dado apoyo económico al sector con una periodicidad distinta.

"Alemania se está gastando, desde noviembre de 2019, 11.000 millones mensuales en ayudas a la hostelería, al deporte, al ocio. Aparte, hay muchos más subsidios, por ejemplo en restauración han bajado el IVA del 19 al 5 por ciento", afirma.

Su compañero Safan asiente y informa que, "allí a los trabajadores que tengan una disminución horaria, les pagan el 60 por ciento de esas horas que han perdido sobre el salario neto. Además, si tienen hijos les implementan más dinero y luego existen ayudas del arrendamiento".

Acerca de cómo están sobreviviendo los profesionales del sector a esta crisis, señalan que a base del endeudamiento y que algunos son lo bastante afortunados de contar con un tejido familiar en el que pueden apoyarse.

"El mayor problema llegará luego, cuando algunos no puedan atrasar el alquiler o devolver lo que han pedido prestado, va a ser dramático", declara Safan.

Sobre el futuro de la asociación, relatan que "se están asentando las bases ideológicas. Además se debe decidir cómo estructurar las próximas movilizaciones", detalla Errasti. Asimismo, intentarán buscar puntos en común con el resto de asociaciones hosteleras.

Urmeneta se pregunta: "¿Quién va a afrontar las consecuencias de desobedecer a los científicos y permitir reuniones familiares en Navidad? Eran los mismos criterios utilizados para el cierre la hostelería".