Ella de Pamplona y él de Burgos, Paula Asenjo Lecumberri, de 21 años, y Luis Ángel Franco Hernández, de 22 años, encontraron su punto en común en la capital riojana donde ambos comenzaron a estudiar en 2018 un grado superior de Técnico en Dietética. El pasado 2 de febrero debía ser una fecha feliz para ambos ya que cumplieron su segundo aniversario juntos, pero, una vez más, la covid se entrometió en sus planes e hizo que la pareja celebrase una fecha tan especial desde la distancia. Algo que también les pasará en San Valentín.

Entiendo que su relación no siempre ha sido a distancia. ¿Cómo llevan los kilómetros que los separan?

-La relación que teníamos no era a distancia ya que los dos estudiábamos juntos, pasábamos todo el día el uno con el otro y, aunque yo vivía en una residencia de estudiantes, prácticamente me pasaba los días entero en su piso. Después de ver que la convivencia era muy buena decidimos dar el paso de mudarnos juntos el segundo año de grado. Además, ese primer verano tampoco nos separamos apenas. Fue tras el confinamiento cuando tuvimos que separarnos por primera vez y todo tuvo que cambiar. Antes nos veíamos cada semana o cada dos. Ahora llevamos desde Octubre sin poder vernos.

¿Cómo les está afectando la distancia a raíz de las restricciones de movilidad?

-Nos están afectando bastante ya que no podemos vernos tanto como nos gustaría y hay ciertos momentos en los que eso produce mucha impotencia.

¿Cree que el contacto y el encuentro físico son esenciales o que pueden compensarse, por ejemplo, con videollamadas?

-Desde mi punto de vista los encuentros físicos son esenciales y una videollamada no se asemeja ni compensa el hecho de poder estar cara a cara. Hay un mundo entre ver una película juntos o hacerlo cada uno en su casa. La relación inevitablemente se va enfriando poco a poco si no se tiene ese contacto y hay que aprender a sobrellevarlo, aunque no es fácil.

De lo poco positivo que puede tener la distancia son los reencuentros...

-Yo cuento los días que faltan para ver a mi pareja y cuando se acerca el momento es una sensación indescriptible. Es mágico. Más duras son las despedidas porque no sabemos cuándo nos volveremos a ver. A medida pasan los días y las medidas siguen ampliándose parece que entras en un bucle.

¿Cuáles son sus planes de futuro?

-Teníamos pensado para este 2021 un viaje a Australia, pero no ha podido ser. Durante el confinamiento intentamos buscar trabajo en Logroño los dos, pero la covid también nos lo puso imposible. Entonces yo empecé a trabajar en Pamplona y eso hizo que nos pudiéramos ver menos.

¿Qué le diría a una pareja que se vea en su misma situación?

-Que tengan paciencia y que no va a ser fácil, pero también les diría que no desesperen, que parece que no se va a salir del pozo, pero que poco a poco se va viendo la luz y si de verdad quieres a esa persona merece la pena resistir.

“Los encuentros físicos son esenciales y una videollamada no compensa el hecho de poder estar cara a cara”