- Cuando Esther Villanueva salió ayer de la cabina en la que recibió la vacuna contra la covid-19 se le intuía una sonrisa tras la mascarilla: "Tenía ganas de ponérmela porque creo que cuantas más personas estemos vacunadas, mejor. Si queremos contribuir a acabar con la pandemia hay que conseguir la inmunidad". Esther es titular de la farmacia Heras de Pamplona y pese a haber recibido la vacuna destacó que nada cambiará ni en su vida ni en su trabajo. "La vacuna no puede hacer que relajemos las medidas preventivas, no nos podemos confiar, tenemos que seguir igual", apuntó la farmacéutica.

De hecho, ella y el resto de los vacunados con AstraZeneca no estarán completamente inmunizados hasta mayo, cuando reciban la segunda dosis, ya que la vacuna británica tiene una cadencia de tres meses.

Esther destacó que el colectivo de farmacéuticos está muy expuesto al virus debido a la gran cantidad de gente a la que atienden al cabo del día. "En las farmacias tomamos todas las medidas preventivas e incluso se han instalado mamparas. Pero vienen muchas personas que presentan síntomas compatibles con la enfermedad y también muchos casos ya diagnosticados, que antes de confinarse en sus casas pasan por la farmacia para comprar los medicamentos necesarios. Trabajamos con bastante riesgo", relató Esther, que no ha contraído la covid-19 y que no prevé que la vacuna vaya a cambiar su forma de vivir y de trabajar. "Seguiremos igual, pero un poco más protegidos", señaló.