Dos jóvenes de origen magrebí -Marwan H., de 18 años y Abdul N., de 32 años- fueron condenados ayer de conformidad a cuatro años de prisión cada uno de ellos en el Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona por un delito continuado de robo con fuerza después de que la madrugada del 19 de noviembre de 2020 forzaran el interior de 15 coches estacionados en la Vuelta de Aranzadi, en un establecimiento comercial y una vivienda del barrio de la Rochapea de Pamplona.

insolventes y en prisión provisional Los dos acusados, que se encontraban en prisión provisional, difícilmente podrán hacer frente al declararse insolventes a la indemnización de 2.554 euros a la que fueron condenados por responsabilidad civil, aunque la mayoría de las víctimas de las sustracciones pudieron recuperar sus objetos al día siguiente, cuando los procesados fueron detenidos. El Ministerio Fiscal pedía para ellos de inicio hasta 8,5 años de prisión al imputar tres delitos de robo en lugar de uno continuado. Ambos jóvenes ocupaban una bajera en la Rochapea, en la que dormían, donde se localizaron la mayoría de enseres hurtados, entre los que se incluían tres bicicletas, unas gafas de sol, dos cazadoras, dos chaquetas, tres pares de gafas, una caja registradora, un cajón de monedas y dos móviles. Varias de las víctimas reclamaron por los daños en lunas y retrovisores que no incluían su segura o las fracturas en la cristalera del comercio, así como por la desaparición de un instrumento musical llamado kigonji, valorado en 300 euros.

Según el escrito de acusación que ayer aceptaron por videoconferencia y con la ayuda de un traductor, los dos acusados se hartaron de dañar vehículos durante la madrugada del 19 de noviembre en la valle Vuelta de Aranzadi, junto a las piscinas. Así, fracturaron las ventanillas de una Renault Kangoo, las de un Citroen Xsara, del que se llevaron dos banderines de Euskaraldia, de una VW Caravelle, de la que sustrajeron una bicicleta y el kigonki, de una Ford Tourneo de la que se llevaron unas gafas de sol de una Ford Transit de la que robaron una linterna, abollaron asimismo un Citroen C3 y rompieron las ventanillas de un Renault Modus, un Toyota Yaris, una Fiat Ducato, un Fiat Punto, un Toyota Rav4, un Mercedes C180, un BMW y un Ford Ka sin que llegaran a sustraer efectos de estos vehículos.

Poco más tarde, sobre las 4.30 horas de la madrugada, acudieron a un establecimiento de alimentación de la avenida Marcelo Celayeta. Allí, con una llave de cambio, golpearon el cristal de la puerta e hicieron un agujero. Así, uno de ellos elevó al otro por sus piernas para que entrase el interior y sustrajeron la caja registradora.

ACCEDIERON AL BALCÓN DE UN PISO y se llevaron una bici Luego, en hora indeterminada de esa misma noche, los procesados siguieron de común acuerdo actuando contra el patrimonio ajeno y, en esta ocasión, accedieron a un balcón abierto en un primer piso de la calle Uztárroz del barrio de la Rochapea. El piso se encuentra ubicado a cuatro metros del suelo y subieron hasta allí para sustraer una bicicleta Conor, valorada en 210 euros, y que pudo ser recuperada por su propietario al día siguiente.