El colegio público San Jorge, ubicado en el barrio pamplonés del mismo nombre, es uno de los 110 centros escolares públicos navarros que apoyan y promueven la docencia compartida gracias a la financiación del Fondo Social Europeo.

Desde la directiva del colegio explican que la coeducación es compartir actividades en un mismo espacio, entre dos o más profesores. “El objetivo de este método es sumar recursos personales para que los escolares aprendan más. Tener dos docentes en las aulas mejora los diálogos entre los propias alumnos, que es de lo que se trata, y así se mejoran los resultados”, afirman.

San Jorge cuenta con 400 estudiantes de los ciclos de Infantil y Primaria, y este año no es la primera vez que se aplica la coeducación en el colegio. Actualmente este método se practica en todas las clases, pero no en todas las horas, “por falta de recursos”. “El aprendizaje compartido nos parece un camino que no habría que abandonar”, apuntan.

Este metodología, afirman, les viene “de maravilla” en sus aulas, entre otras cosas, porque es un colegio donde las familias tienen necesidades económicas y así el centro puede ofrecer más apoyo a sus hijos. “La gran mayoría del alumnado tienen padres y madres que no han nacido aquí, y en cualquier momento nos puede venir un alumno con un nivel e idioma castellano muy bajo”, señalan. Entre otros beneficios, subrayan que la codocendia permite aumentar el número de trabajos cooperativos en pequeños grupos y favorece el aprendizaje dialógico, es decir, un diálogo igualitario entre diferentes personas, basado en argumentos.

“Antes llegaba el profesor y daba su lección, pero había poca participación. Este nuevo sistema favorece el espíritu crítico al permitir que los alumnos participen más, también entre ellos mismos”, sostienen. Asimismo, relatan que así se mejora la inclusividad. Los alumnos con necesidades especiales, antes salían del aula para recibir un refuerzo específico, pero ahora pueden ser atendidos dentro. “Hay un aval científico que dice que esto es mejor y favorece la diversidad y la inclusión”, añaden.

aprender dialogando Puy Henríquez, tutora de primero de Primaria, explica que en su clase están trabajando tres grupos en tres espacios diferentes. Mientras un grupo está trabajando con ciencia fonológica de forma más autónoma, ella y otra profesora se encuentran cada una con un grupo, una impartiendo lectoescritura y la otra con el libro de actividades. “Esto nos ayuda a que los estudiantes no se saturen con el trabajo, ya que van rotando de actividades”, relata. Subraya además, que entre ellas mismas, a la hora de dar la clase, crean muchos momentos de diálogo. “Nos van viendo a nosotros y ellos van entrando en la conversación, y esto favorece que también los propios compañeros enseñen y aprendan mutuamente”, agrega.

Amaia Áriz, profesora de docencia compartida en Primaria asiente y destaca que con dos docentes por aula el ambiente de trabajo es más relajado y se producen menos conflictos. “Se puede dar una atención mucho más individualizada y también compartir con otro profesor los distintos puntos de vista de diferentes situaciones. No hay diferencia entre los dos y eso también es bonito”, subraya.