l pasado año, con la gestión de la pandemia, se puso de relieve la importancia de la vigilancia de la salud. Así lo percibe desde IMQ Prevención su directora de Gestión Cliente, Esther Enales, al recordar que “pese a estar meses sin poder realizar reconocimientos médicos, por orden Ministerial, nuestras compañeras y compañeros no pararon de prestar servicio a las empresas clientes, ya que se les encargó una serie de actividades que ponían en valor la importancia de esta disciplina preventiva”.

Según explica, en 2020, debido a la pandemia referida al SARS-CoV-2, “los Servicios de Prevención hemos colaborado con las autoridades sanitarias, adaptando nuestra actividad, con los objetivos principales de detección precoz de los casos, valoración de niveles de riesgo y de trabajadores especialmente vulnerables, estudio y manejo de contactos estrechos y colaboración en la gestión de la incapacidad temporal, a la vez de asesorar a las empresas con medidas de carácter organizativo, de protección colectiva y personal a los trabajadores”.

Ello le permite asegurar que “la vigilancia de la salud va más allá del mero reconocimiento médico. Nuestra misión es vigilar y velar por la salud de las personas trabajadoras”. Además, abarca la realización de informes de valoración de cambio de puesto de trabajo y posibles solicitudes de incapacidad, extensión de aptitudes para el puesto, recomendaciones para adecuaciones de éste a la persona, y consejos referidos a la salud individual y colectiva de las trabajadoras.

IMQ Prevención ha prestado servicio de manera ininterrumpida a las empresas clientes en sus 21 centros de trabajo, a través de sus 305 profesionales tanto técnicos como sanitarios. En este sentido, para poder dar un servicio lo más cercano y práctico posible a sus clientes, puso en marcha con la pandemia un servicio de guardia de fines de semana y festivos para gestionar los contactos estrechos de casos confirmados en el ámbito laboral y solicitar las pruebas PCR. En lo que llevamos de 2021 ha dado servicio los fines de semana a 845 empresas.

A su entender, el personal sanitario que ha estado gestionando la salud de los trabajadores en la pandemia ha sido clave “dado el papel tan relevante con el que nos dotó la Administración”, destaca Enales. Y apunta que “de hecho, hemos realizado 14.739 solicitudes de PCRs a Osakidetza, 14.825 acciones de control y seguimiento de contactos estrechos de casos confirmados, 4.094 actividades de gestión y tramitación IT a trabajadores vulnerables, así como otras actividades relacionadas con la pandemia, como la realización y gestión de más de 20.000 pruebas covid (PCRs, pruebas serológicas de anticuerpos y antígenos)”.

En este contexto, afirma que “con el covid vamos aprendiendo todos día a día”. Su personal sanitario tuvo que recibir formación en el uso de los EPI’s, ya que se hicieron imprescindibles los equipos de protección individual adecuados y específicos para protegerse frente al covid. “Había que aprender a ponérselo, pero sobre todo a quitárselo y no transferir el virus”, subraya.

En tal situación, “IMQ Prevención ha estado siempre ahí para dar respuesta a los clientes. A veces no teníamos la respuesta, porque no existía, como sucedió en un primer momento con la realización de pruebas diagnósticas, o como en la actualidad con la vacuna, ya que muchas empresas nos piden que vacunemos nosotros a las y los trabajadores contra el covid, lo que hasta la fecha no podemos hacer. En esta situación de pandemia mundial, de salud pública, IMQ Prevención está dando el asesoramiento y el apoyo necesario a sus empresas clientes”, aclara al respecto la directora de Gestión Cliente.

Con todo, su ayuda a las empresas para que sus espacios de trabajo sean seguros ha sido importante. “Desde el área técnica nos pusimos en contacto con las empresas clientes para desarrollar los planes de contingencia específicos para cada empresa e ir con ellos preparando la vuelta a los centros de trabajo”, recuerda Enales.

Para ella, estos planes son fundamentales. “Excepto en algunos casos, los lugares de trabajo han sido y son seguros, dado que en ellos se respetan las distancias de seguridad, se hace uso correcto de las mascarillas, se ventila con regularidad, se realizan limpiezas. Las empresas no han escatimado en repetir el mensaje y éste ha calado. Lo que ocurre es que, a veces, nos relajamos. En el ámbito laboral, los contactos estrechos atendidos por IMQ Prevención han ido cayendo, aunque aún existen”.

En definitiva, “cumplir los protocolos de seguridad es lo que nos va a ayudar, junto con la vacunación, a salir de esta situación, sin duda alguna”, sentencia. No obstante, incide en que “no podemos ni debemos relajarnos porque la vacunación vaya cogiendo ritmo, hasta que no exista la inmunidad de rebaño no estamos en disposición de relajar las medidas”.

Con las medidas preventivas y los planes de contingencia se ha conseguido realizar con normalidad actividades de formación (formación frente a riesgo, mediciones de contaminantes… o cualquiera que conlleve la presencia del técnico en la empresa”. Asimismo, en este ejercicio trabajarán en retos como poder estar más cerca del cliente a través de nuevas herramientas de trabajo.

“Esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de las personas en las organizaciones y creemos que las empresas están por la labor de crear un entorno de trabajo saludable para su personal, teniendo en cuenta que cada vez somos una población laboral más envejecida. A lo que se suma el alto nivel de absentismo de Euskadi”, concluye, resaltando que “el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo es una fecha clave para reflexionar sobre la materia y recordar la importancia de este tema”.