La Policía Nacional acelera los trámites para la identificación de los menores que llegaron a Ceuta desde Marruecos y poder iniciar su reagrupamiento familiar, en una jornada en la que ya son 7.000 las personas devueltas a Marruecos y en la que falleció un joven inmigrante que cayó el viernes en el puerto ceutí.

Estos son los datos oficiales que se conocieron sobre la situación en Ceuta ayer, día en el que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se desplazó a la otra ciudad autónoma, Melilla, con los directores generales de la Policía y la Guardia Civil, para conocer de primera mano la situación tras cinco noches de presión en esta frontera.

Precisamente, la pasada madrugada unos 600 marroquíes trataron de entrar de manera irregular a Melilla en tres intentos de salto a la valla en diferentes puntos del perímetro fronterizo, en los que se produjeron lanzamiento de piedras y objetos, informó la Delegación del Gobierno.

La situación en Melilla llevó al Ministerio del Interior a reforzar de nuevo los efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Melilla con 90 agentes, cincuenta policías y cuarenta guardias civiles, para seguir reforzando la protección de la frontera española.

Mientras tanto, en Ceuta no se produjo ninguna entrada en las últimas horas y se continúa con el proceso de retorno a Marruecos por los cauces legalmente establecidos.

Ayer se registraron en Ceuta la tercera víctima de la crisis migratoria desatada el pasado lunes, al fallecer en el hospital un joven inmigrante que cayó desde una altura de unos diez metros en el puerto ceutí y que murió como consecuencia de las graves heridas que sufrió al precipitarse.

Paralelamente, en el cementerio musulmán de Sidi Embarek era enterrado ayer el cuerpo del primer fallecido, un joven de 19 años que murió ahogado en la tarde de este pasado lunes.

La Policía Nacional de Ceuta y los Servicios Sociales de esta Ciudad Autónoma están acelerando los trámites de identificación de todos los menores que entraron ilegalmente a la ciudad procedentes de Marruecos, y que se estima en torno a los 800.

Según informaron fuentes policiales y del Gobierno autonómico, el proceso se está llevando a cabo en las naves del Tarajal con la intención de recabar todos los datos de estos menores y su identificación.

Los Servicios Sociales también están entrevistando a los niños con la intención de conocer si verdaderamente entraron en Ceuta para huir de su país y buscarse un futuro mejor, o bien lo hicieron engañados al pensar que llegaban de excursión o a ver un partido de fútbol.

El proceso permitió ya la identificación de unos 440 menores y se espera que en las próximos horas se pueda acelerar para atender también las peticiones de auxilio de sus progenitores. Más de 4.400 llamadas ha recibido el número de teléfono habilitado para los familiares que piensan que sus hijos están en Ceuta. Mientras tanto, esta ciudad autónoma trasladó a 250 menores ya identificados al pabellón cubierto de Santa Amelia, mientras que otros 230 menores están ocupando el albergue provisional de Piniers, dos lugares que se utilizaron durante la pandemia y que han vuelto a ser abiertos para atender esta emergencia asistencial.

El Gobierno de Ceuta mantuvo una reunión con distintas organizaciones como Cruz Roja, SAMU, Fundación Cruz Blanca y Save the Children para coordinar las acciones con estos menores.

Marlaska se desplaza a Melilla. El ministro del Interior viajó para coordinar el despliegue de 90 agentes que reforzarán la frontera con Marruecos. El ministro fue recibido por la delegada del Gobierno en Melilla, con la que ha mantenido una reunión operativa.

La asistencia a los colegios disminuyó. Durante los primeros días de la crisis migratoria la asistencia de estudiantes a los centros educativos bajó al 24% y que todavía sigue en torno al 75%, ante la decisión de los padres de no llevar a sus niños a clase.