- La joven que denunció en Orkoien en noviembre de 2019 una agresión sexual cometida por cuatro varones de origen magrebí y en la que estuvo presente un quinto individuo, todos ellos afincados en Cadreita, declaró ayer a puerta cerrada en la segunda sesión de la vista oral sobre estos hechos que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra. La Fiscalía pide por estos hechos entre 52 y 54 años de cárcel para los cinco acusados. La víctima, que presenta discapacidad, se ratificó en gran parte en el testimonio que ofreció en el Juzgado de Instrucción 1 de Pamplona que investigó los hechos. De esta forma, el elemento nuclear de su declaración giró en torno a su falta de consentimiento a mantener relaciones sexuales con los encausados.

La víctima recalcó que fue forzada por los encausados para satisfacer sus deseos sexuales, que ella no quería y que fue forzada a hacerlo a turnos. Incluso dijo que en el momento inicial de los hechos enjuiciados, cuando se encontraba con el primer procesado con el que había contactado para quedar y verse a través de una red social, fue agarrada por este para vencer la resistencia inicial que pudiera ofrecer, según la versión de las acusaciones y que vino a ser sostenida en la testifical. La víctima dijo, con sus palabras, haberse sentido intimidada por la presencia de los cinco varones ahora encausados (cuatro de ellos se encuentran en prisión provisional), lo que viene a consolidar la teoría acusatoria en torno a la intimidación ambiental que se ejerció sobre ella (la misma circunstancia agravante de grupo y falta de posibilidad de huir) de tal forma que anulaba cualquier posibilidad de la víctima para que pudiera resistirse y, de esta forma, fue obligada por los acusados a someterse a sus pretensiones.

En la primera sesión de la vista oral, tres de los procesados, que al igual que los otros dos solo respondieron a preguntas de sus defensas, negaron haber forzado a la víctima y manifestaron que practicaron sexo oral con consentimiento de la víctima. Un cuarto procesado afirmó que no había tenido contacto sexual con la víctima y el quinto dijo que había hablado con ella y que no sabía lo que había hecho el resto del grupo.

Las declaraciones de los procesados sobre el supuesto consentimiento recibido por parte de la víctima y el hecho de que solo hubiera sexo oral no casan bien sin embargo con la situación de vulnerabilidad de la joven y el estado y lesiones que presentaba después de la agresión. El escrito de la Fiscalía señala que al día siguiente de los hechos la víctima acudió al Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Hospitalario de Navarra y se le ha diagnosticado un trastorno por estrés postraumático después de lo ocurrido con síntomas disociativos crónicos.