Un conductor de Tierra Estella ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra después de que en octubre de 2019 se negara a identificarse ante la Policía y a someterse a una prueba de drogas, saliera huyendo de los agentes a toda velocidad por la Autovía del Camino e incluso estuviera a punto de atropellar a un policía municipal en Luquin, agente que tuvo que apartarse de un salto en la calle para no resultar arrollado. El tribunal confirma una sentencia anterior del Juzgado de lo Penal 2. El conductor, que ya tenía dos condenas previas en 2013 y 2014 por conducir sin permiso, carecía en el momento de los hechos de carné de conducir al haber perdido todos los puntos. La Sala le condena a 5 meses de cárcel por conducción sin permiso, a 6 meses por negarse a la prueba de detección de drogas, a otros 6 meses por conducción temeraria y a tres años por un delito de atentado.

LLEVABA SPEED EN EL COCHE Los hechos sucedieron el 26 de octubre de 2019 a las 15.30 horas cuando el acusado circulaba al volante de un vehículo por Estella. Los agentes de la Policía Municipal observaron que conducía sin cinturón y que iba usando el teléfono móvil por lo que fue parado por una patrulla, ante quienes se negó a identificarse. Al registrar el vehículo, los policías encontraron una sustancia estupefaciente, en concreto speed, por lo que le indicaron que se apeara del vehículo porque le iban a realizar una prueba para comprobar si había consumido drogas y debía aparcar su coche. La sentencia recoge que el procesado “se opuso vivamente a la realización de tal prueba, insistiendo en su contumaz negativa hasta el punto de salir huyendo a gran velocidad en su vehículo, en lugar de estacionarlo debidamente para la práctica de la prueba”.

Los agentes de la Policía Municipal de Estella salieron de inmediato tras el acusado, en un vehículo rotulado con los dispositivos acústicos y luminosos en funcionamiento, pese a lo cual el acusado no desistió de su actitud, transitando a gran velocidad. El coche de los agentes se puso a la altura del conducido por el procesado, momento en el que este intentó embestirles, sin lograr su propósito. El encausado salió de la Autovía A-12 circulando por caminos de concentración parcelaria, tirando uno de los agentes un disparo al aire, con fines disuasorios, al que el acusado hizo caso omiso, pues siguió su marcha y llegó a la localidad de Luquin. Fue allí donde un policía municipal se puso en medio de la calle principal, exhibiendo su arma reglamentaria, pero sin usarla. Pese a la visibilidad de la calle y como quiera que el acusado dirigía su coche directamente contra el policía, este se vio obligado a dar un salto para no resultar atropellado.

La fuerza actuante finalmente desistió de la persecución y el procesado fue finalmente detenido más tarde por la Guardia Civil en la localidad de Aras. La sentencia reconoce que durante la comisión de los hechos descritos, el acusado no presentaba afectadas ni total ni parcialmente sus facultades por lo que no se le aplica ninguna atenuante (que rebaja la pena) en este sentido.

EXCEDE DE LA DESOBEDIENCIA El procesado recurrió la sentencia condenatoria para que se le rebajara la pena impuesta en el Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona, pero la Audiencia la confirma. Así, razona que la acción protagonizada por el conductor “excede con creces de una mera desobediencia a pararse en el control policial, habiendo acometido a uno de los agentes que, parado en medio de la calzada, le dio el alto, siendo que, pese a percatarse de su presencia, no se paró, teniendo que retirarse el referido agente para no ser atropellado, lo que sin duda alguna colma el delito de atentado a agente de la autoridad en el ejercicio de sus funciones”. A la hora de ratificar el fallo, la Sección Segunda afirma que no puede realizar “ningún reproche de extravagancia, arbitrariedad o capricho” del juzgado que valoró las pruebas y ratifica así el fallo.