Tras una larga noche de trabajo, el fuego que durante más de dos días ha asolado el Vedado de Eguaras se da por estabilizado, pero el fuerte viento sur que azotaba en la zona ha obligado a que los bomberos sigan en lerta por lo que permanecen en el lugar vigilando detenidamente la evolución. Lejos de dar el incendio por controlado, y ante el riesgo de que más tarde cambiara la situación, desde el Gobierno de Navarra se fue muy prudente a la hora de calificar la situación del fuego y, en ningún momento se quiso hablar del control del mismo.

Esas rachas de viento sur, de unos 30 kilómetros por hora, y los más de 40 grados que se registraron ayer (a las 10.00 ya había 33 grados en el Vedado de Eguaras), unidos a los niveles muy bajos de humedad, convirtieron la situación en estable pero con cierto riesgo de que algunos focos pudieran reiniciarse.

A primera hora de la mañana la situación en la zona era más tranquila que la del miércoles, pero a simple vista el daño de las llamas era mucho mayor y a zonas devastadas se unían otras en mitad del Vedado en las que los árboles no tenían ningún tipo de daño.

Desde las 10.00 de la mañana todos los efectivos aéreos se unieron a la extensión total y centraron sus esfuerzos en un barranco que había cerca de los cortados donde anidan los buitres y donde estaban trabajando los bomberos de Tudela.

Pese a que para la valoración definitiva habrá que esperar varios días, en cuanto a los daños y a la extensión, el miércoles por la tarde ya se habló de más de la mitad de sus 1.400 hectáreas, lo que supondría más de 700, tanto de zona arbolada, como de baja vegetación y campos agrícolas. Hubo muchas zonas en las que el fuego se acabó extinguiendo por el trabajo de los agricultores y porque las llamas dieron con tierra sin más vegetación que quemar.

Asimismo, agentes de la Policía Foral estuvieron investigando de nuevo sobre la zona el origen del incendio, en el terreno donde se encontraba la cosechadora.

De esa manera, desde el Gobierno de Navarra se consideró que el incendio "seguía activo aunque estabilizado" y añadían a primera hora de la mañana que "no puede darse por controlado". Medios terrestres y aéreos de Navarra, Aragón y del Gobierno de España trabajaron durante el día en la extinción del fuego que ha causado "un importante daño medioambiental al tratarse de una zona de alto valor ecológico".

Durante estos dos días y medio, en la zona han trabajado bomberos de los parques de Tudela, Peralta, Lodosa, Tafalla, Estella-Lizarra, Sangüesa/Zangoza y Cordovilla, así como efectivos de la Brigada Helitransportada contra Incendios Forestales (BHIF) de los Bomberos de Navarra y miembros de Guarderío Forestal del Gobierno de Navarra. A este trabajo terrestre se sumó el apoyo aéreo de dos helicópteros del Gobierno de Navarra y el avión Azor con base en el Aeropuerto de Pamplona, otras dos avionetas Azor desplazadas desde la base de Agoncillo (La Rioja), el helicóptero de la BHIF de Ejea de Los Caballeros y un helicóptero pesado Kmov. Las maniobras de los medios aéreos se coordinan desde un avión que también ha sido cedido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Como se recordará el fuego se produjo hacia las 20.15 horas del pasado martes en un campo de cereal que estaba siendo cosechado, al parecer generado por la máquina cosechadora que, según indicó el director general de Medio Ambiente, pudo chocar las cuchillas con piedras del terreno salieron chispas que iniciaron las llamas. El fuego cogió una gran fuerza con rapidez, unos 2 ó 3 kilómetros en pocos minutos, y alcanzó el arbolado del Vedado de Eguaras, que se ha visto afectado en sus cotas más bajas casi en su totalidad.

Los bomberos estuvieron realizando labores de prevención y extinción, con uso de fuego técnico, y han contado con la colaboración de tractores y bulldozers que llevaron a cabo desbroces y cortafuegos. Por su parte, voluntarios de Cruz Roja prestaron apoyo logístico en la zona, junto con Policía Municipal de Valtierra. No obstante, pese a todos los esfuerzos, los responsables de las tareas de extinción consideraban complicado poder dar por controlado ayer el incendio.