La actividad física de la población navarra ha aumentado de manera generalizada desde 2017, no obstante la auto-valoración del estado de salud ha disminuido respecto a ese año, según la Encuesta Social y de Condiciones de Vida de 2020 realizada por el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat).

En este informe se quieren reflejar, en primer lugar, qué aspectos influyen en mayor medida en la salud de las personas que viven en Navarra en 2020 y, en segundo lugar, el posible impacto que haya podido tener la Covid-19 en la salud de la población este último año. Todo ello comparado con algunos datos de la edición de esta misma encuesta realizada en 2017, ha indicado el Nastat en una nota.

En la encuesta hay una serie de preguntas sobre la actividad física y la frecuencia con la que se realizan determinadas actividades. Mediante el cálculo del nivel de intensidad de la actividad física se ha podido observar que los hombres y las personas con un nivel de estudios superior tienen una actividad física de mayor intensidad que la media.

Además, por edades, los mayores niveles de intensidad en la actividad física se dan en personas jóvenes. Entre las personas de 30 a 44 años se aprecia un valle que puede ser explicado por causas laborales y familiares. En las dos últimas franjas de edad sube el porcentaje de personas que declaran tener una intensidad alta.

Territorialmente no se observan diferencias notables excepto entre la población residente en la zona sur que destaca por tener unos niveles de actividad física 'bajos' o 'nulos' altos. Las personas de nacionalidad extranjera registran niveles de actividad física inferiores a la media.

LA POBLACION QUE FUMA DIARIAMENTE SE REDUCE UN 4,5%

Por otro lado, la encuesta se fija en el consumo de tabaco. Se puede observar que en la población navarra disminuye el número de personas que fuma diariamente desde 2017 y en términos porcentuales cae 4,5 puntos porcentuales.

Si se comparan los porcentajes y los datos absolutos de fumadores diarios y personas que no han fumado nunca por edad y sexo, se observa que el perfil de quien fuma diariamente está cambiando. Cada vez menos hombres jóvenes fuman diariamente mientras que más mujeres mayores de 60 años sí lo hacen. Además, en 2020 hay menos mujeres en las dos franjas intermedias (entre 30 y 44 años y 45 y 59 años) que sean fumadoras diarias.

Respecto a la población que "nunca ha fumado", en todos los grupos de edad desciende este dato excepto en la franja de 45 a 59 años, dándose en las mujeres el aumento más significativo. Así, se aprecia que en la franja de edad de 45 a 59 años hay cada vez menos fumadoras diarias porque muchas de esas mujeres nunca fumaron.

Por otro lado, se ha estudiado la alimentación y la frecuencia con la que se consumen determinados alimentos en relación con la salud. Un consumo alto (más de seis días a la semana) de carnes rojas está asociado a peores niveles de salud percibida como tendencia general.

Además, un consumo medio o alto de verduras y frutas (más de 3 días a la semana) suele ser consistente con niveles altos de salud percibida en todos los grupos de edad y sexo. Por otra parte, destacan los bajos niveles de salud percibida en quienes comen verduras menos de dos días a la semana.

DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD

La valoración de la salud propia difiere según variables socioeconómicas. Se puede apreciar que si el nivel socioeconómico es más alto la valoración de la salud aumenta. Así mismo, estar en paro disminuye el valor de salud auto-percibida.

La gran mayoría de categorías descienden de 2017 a 2020 excepto para quienes trabajan en jornada partida y quienes tienen turno de noche o de tarde.

Además, las bajadas más acusadas, se producen en quienes peores datos registraban antes: personas 'en paro' y población con un nivel socioeconómico 'bajo' o 'medio-bajo'.

PERSONAS EN PARO O DE NIVEL ECONOMICO BAJO, LOS MAS AFECTADOS

Por otro lado, la encuesta del Nastat busca analizar el posible impacto que haya podido tener la COVID-19 en la salud de la población este último año.

Según los datos recabados, la actividad física de la población navarra ha aumentado de manera generalizada desde el año 2017, ahora más personas en todas las franjas de edad y sexo declaran hacer algo de ejercicio. "Una posible explicación a este aumento de la actividad física declarada puede ser el impacto de la pandemia en la vida de las personas y los cambios de hábitos generados por la misma", ha apuntado el Nastat.

No obstante, la auto-valoración del estado de salud ha cambiado considerablemente si se miran las variables sociodemográficas. En todas ellas se observa una disminución de la media en ese dato respecto a 2017. "Se puede afirmar entonces que la población general percibe que su salud ha empeorado", ha indicado.

Dentro de las variables recogidas destacan los descensos registrados por parte de las personas extranjeras y las mujeres, quienes sufren un descenso en sus niveles de salud auto-percibida de forma clara. Además, la franja de edad de 30 a 44 años también sufre un descenso en la percepción de su salud.

Según los datos de este estudio, los sectores de la población más afectados por la pandemia en su salud auto-percibida son las personas 'en paro', personas de nivel socioeconómico 'bajo' o 'medio-bajo', personas con jornada continua de mañana, mujeres, personas entre 30 y 44 años y personas extranjeras. Por el contrario, las personas que trabajan a jornada partida o en jornada continua de tarde o de noche mejoran sus cifras de manera clara.