El consumo de bebidas alcohólicas en Navarra, así como en el resto del Estado, está muy generalizado. El vino que forma ya parte de la mesa durante las comidas, la cerveza presente en toda reunión de amigos o las copas de licores de mayor gradación de los fines de semana han formado parte de la vida del 91,6% de los navarros durante algún momento de la misma.

Pero el perfil del consumidor no es esporádico, sino que lo hace de forma habitual, tal y como se refleja en que un 80,5% de las personas ha bebido alcohol en el último año y un 62,6% lo ha hecho en el último mes. Pero estas cifras no son las más preocupantes entre todas las que se aparecen en la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad.

Las alarmas se disparan en los valores que miden los consumos excesivos de alcohol. Con las respuestas de la muestra, en la que han participado 479 personas y que recoge datos de los años 2019 y 2020, Navarra lidera varios apartados que hablan de un abuso continuado de este tipo de bebidas. Entre ellos, que el 27,7% de las personas se ha emborrachado en los últimos doce meses, lo que supone encontrarse en la primera posición del Estado; y que el 8,9% lo ha hecho dentro de los últimos treinta días (segundo puesto entre el resto de las comunidades).

Otro de los valores en los que la Comunidad Foral se encuentra dentro de las primeros posiciones es en el bringe drinking. Este concepto, que se traduce como atracón de alcohol, considera el exceso cuando se han ingerido cinco o más bebidas alcohólicas en el caso de los hombres y cuatro en el de las mujeres, teniendo en cuenta que el consumo se hace en una misma ocasión. En este caso, uno de cada cinco navarros se ha pegado un atracón de alcohol en los últimos treinta días, la segunda peor cifra del Estado tras la CAV (20,9%).

Mucho consumo, pocos botellones

Estas altas cifras en el consumo y abuso del alcohol contrastan con las de los botellones. Este evento social, que se ha venido sucediendo durante años entre los jóvenes pero que la pandemia ha acentuado debido, entre otras cosas, a las restricciones en la hostelería y las discotecas, no tiene un gran arraigo en Navarra: solo un 7,8% de la población encuestada lo ha realizado en los últimos doce meses, lo que coloca a la Comunidad Foral en el decimotercer puesto entre el resto de territorios y que evidencia que el uso de estas bebidas se hace en lugares privados, como los domicilios o las sociedades, o en locales públicos como bares o discotecas.

Asimismo, esta cifra es casi once puntos inferior a la de la comunidad con peor dato (La Rioja, con un 18,4%) e inferior a la media estatal, situada en el 9,9%, y donde las comunidades de la mitad sur superan ampliamente a las de la mitad norte.