- Nada más iniciar su declaración, el exfiscal Emilio Valerio dejó clara su hoja de ruta. No se ratificó en aquello que manifestó cuando se le incoó un expediente disciplinario en la Fiscalía General del Estado. “No admito mi declaración entonces porque allí lo que trataba era de salvar mi carrera como fiscal y de demostrar que no era incompatible lo que hacía. Porque nunca creí que fuera ilegal seguir siendo fiscal y dedicarse a gestionar el patrimonio familiar. No era consciente de que esa actividad fuera ilegal porque lo que hacía era trabajar en lo que había recibido de mi familia. Y yo allí, al ir a declarar a la Fiscalía, tenía información poco precisa de las empresas. Lo que no sabía era que se iba a utilizar esa información del expediente disciplinario, donde a mí me dijeron que solo hablaba en ese contexto, para sentarme en el banquillo”. Por tal motivo, Valerio declaró ayer en la vista oral que cuando, en aquella entrevista en la Fiscalía para decidir si era motivo de sanción su actividad, afirmó que muchas de esas sociedades no tenían actividad se refería realmente a lo siguiente: “Allí me defendía de una cuestión ilegal y extraña y partía de que podía desarrollar una actividad familiar, porque venía todo de nuestros viñedos. A lo que me refería es que esas empresas no tenían actividad real fuera del grupo empresarial familiar, que no se hacía nada al margen y que por tanto todo lo que hacían formaba parte del negocio familiar. Por eso yo defendía que era compatible mi actividad de fiscal con administrador de esas sociedades”, finalizó en su alegato.