"Antes de entrar a este piso no me sabía hacer un huevo frito y ahora sé que no me voy a morir de hambre", afirma con rotundidad Javier. A Leire vivir de forma independiente le ha ayudado a madurar, a Borja le ha enseñado que puede hacer muchas más cosas por sí mismo, a Esther le ha permitido disfrutar las 24 horas del día de su hijo Álvaro y a Javier le ha hecho experimentar "la libertad". Son algunas de las 22 personas con discapacidad física e intelectual que han emprendido una vida independiente gracias al Proyecto de Aprendizaje de Vida independiente en Vivienda, contando para ello con "los apoyos necesarios". Una iniciativa para la que disponen de cinco viviendas en Pamplona y Comarca.

Se trata, como explicaron en una nota de prensa, de un proyecto impulsado en 2015 por COCEMFE Navarra (Federación de Asociaciones de personas con discapacidad física y orgánica), ANFAS, DOWN Navarra, A TU LADO, ACODIFNA, ADACEN, ASPACE e IBILI con el apoyo de Fundación la Caixa y Fundación Caja Navarra, quienes han hecho balance de estos años de andadura en un acto que supone "un punto y aparte" para el programa. A partir de ahora, es el Gobierno de Navarra quien toma el testigo y proporcionará el apoyo necesario dentro de la Cartera de Servicios Sociales de Navarra, a partir de un concierto con las entidades sociales y por medio de la gestión de cinco viviendas.

"Si para cualquier joven, vivir de forma independiente supone un reto, este salto es aún mayor si tiene discapacidad ya que se encuentran con obstáculos añadidos como la sobreprotección familiar, menores recursos económicos, falta de accesibilidad de gran parte de las viviendas€. En este sentido, esta red de viviendas les ofrece la posibilidad de emprender un proyecto de vida independiente con el apoyo mínimo necesario, como un paso intermedio a independizarse en un futuro si así lo desean", explica Edurne Jauregui, gerente de COCEMFE Navarra, entidad que coordina el proyecto.

Una alternativa a las residencias

De esta forma, este proyecto supone para la juventud con discapacidad "una alternativa a las residencias, las viviendas tuteladas o a vivir en el domicilio familiar". "Existen residencias y viviendas tuteladas para personas con discapacidad, pero no existía una vivienda intermedia que les ofrezca la experiencia de vivir de forma autónoma con una red mínima de apoyos para que sea posible", explica Jauregui.

A su juicio, este modelo que fomenta su autonomía, toma de decisiones, competencias personales, comunicación, empatía y en conjunto todas esas destrezas necesarias para las actividades del día a día. "Además este modelo de aprendizaje para la vida independiente en vivienda puede atender la necesidad de parejas y grupos familiares que desean vivir juntos y avanzar en su proyecto personal con apoyos", afirma.

Para ello, cada vivienda cuenta con personal de apoyo en ámbitos como educación, inclusión o terapia ocupacional, asignado en función del proyecto de vida de cada persona y que varía en función de sus necesidades. Un apoyo "de baja intensidad" que se ofrece entre semana, en horario en el que las personas realizan sus actividades en la vivienda y en cuestiones como manejo financiero, organización en la gestión del hogar, habilidades sociales y comunicativas, ocio o participación en las actividades de la comunidad. Este equipo de apoyo está disponible de lunes a viernes y en el horario en el que las personas realizan sus actividades de la vivienda, si bien los fines de semana no hay personal para de esta forma fomentar aún más su autonomía.

En definitiva, "se trata de un recurso de bajos apoyos que se adapta a la evolución personal de cada participante, flexible y siempre bajo la filosofía de vida independiente, teniendo en cuenta sus deseos y sus preferencias", concluye.