unca habían visto nada igual. Y eso que llevan décadas trabajando en Landaben. El Arga se tragó ayer de madrugada medio polígono industrial e inundó varias calles, aquellas más cercanas al cauce del río. Numerosas empresas y fábricas tuvieron que cerrar y suspender su actividad.

Fernando Salinas, responsable del almacén de Saltoki, se esforzaba ayer por la mañana en desatascar una arqueta para lograr la mayor evacuación de agua. Junto con sus compañeros de trabajo, habían apilado sacos de grava y palés cargados con material para impedir el paso del río al interior del almacén. “Hemos conseguido que no entre el agua, pero si el río sigue subiendo, no vamos a poder hacer nada para pararlo”, afirmó Salinas.

Una calle más allá, uno de los dueños de Golosinas Sagasti, junto con varios trabajadores, observaban en la distancia su empresa, ubicada en la calle B del polígono. “Abrimos a las 6.00 horas, así que en el momento de la crecida no había nadie dentro de la fábrica. Veremos qué perdidas tenemos. Estamos muy afectados”, señaló.

El agua penetró unos 500 metros en Landaben y dejó medio polígono cerrado. También se vieron afectados algunos transformadores eléctricos. Otras empresas, aquellas más alejadas del río, sí pudieron abrir y continuar su actividad. “El agua no ha entrado en nuestra fábrica y podemos seguir trabajando. Aun así, nunca habíamos visto nada parecido”, manifestaron operarios de ZF, quienes indicaron que “esta mañana hemos visto gente saltando las vallas de otras empresas para poder salir. También hemos visto un conductor que no ha hecho caso del cierre de la calle y ha tenido que dejarlo semisumergido en más de un metro de agua de profundidad”.

Cuando baje el río, será momento de que las empresas afectadas por las inundaciones puedan evaluar los daños. “Toda maquinaria y material que esté a ras de suelo y haya tocado el agua, posiblemente se habrá visto afectado”, comentó un trabajador de una carpintería metálica enclavada en Landaben. “Es increíble que el agua haya entrado tanto en el polígono. No puedo creérmelo, si no lo veo”.

El río también obligó a cerrar el acceso al polígono por la NA-30, junto a Volkswagen Navarra, donde agentes de la Policía Foral rescataron a una persona del interior de un coche, y también quedó cortado el acceso desde el barrio de San Jorge, al quedar sumergida la calzada bajo el agua.