- Cinco minutos de silencio solo rotos al final por un largo aplauso dedicaron ayer varios cientos de habitantes del pequeño municipio vallisoletano de Traspinedo en apoyo y respaldo a la familia de su vecina Esther, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el sábado 25 días después de su desaparición, y también para pedir que “se haga justicia y se esclarezca” lo ocurrido cuanto antes.

Al mediodía el Ayuntamiento de este municipio de algo más de 1.100 vecinos celebró un pleno extraordinario en el que declarró tres días de luto, a partir de ayer, aunque los crespones negros ya cuelgan desde el pasado sábado en el Consistorio y en el gran cartel que con la foto de Esther López, de 35 años, confiaba en un desenlace feliz con el mensaje de “tu sonrisa es un nuestra esperanza”. Flores y velas debajo de la foto y en la entrada del Consistorio recordaron un día más a la joven, a cuya familia dirigió su más sentido pésame la corporación municipal, con un minuto de silencio en apoyo y cariño en un “momento tan duro”, expresó el alcalde Javier Fernández.

Primero en ese pleno extraordinario para decretar los tres días de luto y luego en declaraciones a los medios, Fernández recordo que a los vecinos les une el dolor, la tristeza y la indignación y pidió a todos estar unidos con “mesura, moderación y paciencia” para dejar a la Guardia Civil hacer su trabajo.

“El pueblo estará a la altura” y no parará “hasta que se haga justicia”, concluyó el regidor al final del plenario. El día después del hallazgo del cuerpo sin vida de Esther fue“un día muy duro”, admitió el alcalde el regidor ante los medios, con un pueblo unido a la familia en su dolor.

Fernández pidió tranquilidad y templanza no por pensar que los ánimos están encendidos en el pueblo, sino por la “preocupación” que existe y para que la justicia esclarezca lo sucedido cuanto antes. Sobre la posibilidad de que pueda estar implicado algún vecino, sostuvo que “si alguien ha hecho algo malo que lo pague”.

Los vecinos se citaron en esos cinco minutos de silencio para apoyar a la familia, con presencia de amigos de la joven que no quisieron hacer ningún tipo de declaración.

Uno de los que se concentró fue sido José Luis, de 84 años , con hijos también alguno de la edad de Esther, y quien en declaraciones a Efe lamentó lo sucedido, algo que no había pasado nunca en un pueblo tranquilo como Traspinedo. “Si me pasa a mí se acaba mi vida”, confesó.

El municipio de algo más de 1.100 habitantes continúa el duelo por su vecina, con las banderas a media asta desde este pasado sábado y con tres días de luto oficial por delante.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, confirmó, en su cuenta personal de Twitter, la muerte violenta de Esther López.