La UPNA tiene seis institutos de investigación. En 2019 afirmó que faltaba uno de Salud. ¿Sigue pensándolo?

-Creo que es cuestión de tiempo. Ya me han preguntado algunos investigadores y sólo falta que se pongan manos a la obra porque los institutos surgen de abajo a arriba. Ese sería el último para cerrar. Están funcionado muy bien porque da mayor visibilidad.

La pandemia ha confirmado el valor de la ciencia. El Ministerio ultima una Ley de Ciencia que no convence a los investigadores. ¿No hemos aprendido nada?

-Hay dos cosas. La reforma laboral se ha olvidado de los investigadores porque ha eliminado los contratos de obra y servicio, que se hacen mucho en este campo. A partir del 30 de marzo las universidades vamos a tener un probema enorme: no vamos a poder contratar a nadie para proyectos de investigación. La Ley de Ciencia arreglará este problema pero le faltan 6-8 meses por lo que si no hacen algo en ese tiempo no tendremos capacidad de contratar. En cuanto a la Ley de la Ciencia creo que las modifciaciones que introduce son positivas. Ahora bien es cierto que los sueldos de los investigadores, en las primeras etapas, son precarios, y esto es algo que se tienen que plantear.

¿Qué hace la UPNA para retener talento?

-Durante la crisis, la UPNA apostó por los contratos predoctorales y lo hemos mantenido porque la Universidad sin gente joven, sin gente que investigue está muerta. Destinamos mucho dinero dentro de nuestras capacidades a contratos predoctorales. También apostamos por proyectos europeos, hemos conseguido un par, y luego está la parte más senior. En este ámbito, el Gobierno foral ha sacado la convocatoria Andia para contratar personal senior, al que se le dan un par de ayudas predoctorales. Es un programa muy pionero, mejor que cualquier programa a nivel nacional, una apuesta potente para atraer talento. Además, en los dos últimos años hemos batido el récord de financiación externa para investigación.

Progresa adecuadamente...

-Sí y socialmente también. Creo que cada vez más la sociedad ve a la UPNA como una institución relevante para Navarra. Aportamos mucho y esa es nuestra misión. Esto es lo que más contento me tiene: la sociedad navarra reconoce más a la UPNA y, a su vez, la comunidad universitaria está más implicada en el desarrollo de la propia Universidad y en colaborar con el tejido social y económico para promover el desarrollo de Navarra.