El techo de cristal también se hace evidente dentro de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). El personal docente e investigador de la UPNA está representado en un 41,2% por mujeres y un 58,8% por hombres, pero, a medida que aumenta el rango o la categoría, disminuye el número de mujeres: sólo un 22% de las catedráticas son mujeres y solo un 31,73% de mujeres dirige uno de los 104 grupos de investigación de la UPNA. La Universidad cuenta con más alumnas (un 51%), pero se enfrentan a diferentes obstáculos en su desarrollo.

Ante esta situación, la UPNA ha elaborado su segundo Plan de Igualdad entre mujeres y hombres para el periodo de 2022 a 2027, que se compone de 15 objetivos operativos desarrollados a través de 86 acciones y con una dotación presupuestaria de 138.000 euros para este primer año. La finalidad del documento es “actualizar la mirada” sobre la desigualdad de género e incorporar esta perspectiva en ámbitos como la docencia, la investigación y la transferencia a la sociedad.

Así lo dio a conocer ayer la vicerrectora de Proyección Universitaria, Cultura y Divulgación de la UPNA, Begoña Pérez Eransus, durante la presentación del plan, en un acto presidido por la presidenta de Navarra, María Chivite, y por el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo. También estuvieron presentes el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, el vicepresidente primero del Gobierno, Javier Remírez; el consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa y miembros de la comisión de igualdad del legislativo foral.

En el diseño del plan han participado investigadoras expertas en políticas de igualdad y se ha contado también con las aportaciones de toda la comunidad educativa. Como señaló Begoña Pérez, el documento apuesta por tomar medidas en cuatro aspectos diferentes: la docencia, la investigación, la relación con la sociedad y la gobernanza.

“No podía ser solo un plan hacia adentro, sino también hacia afuera, que tocara las misiones que hacemos en las universidades: que implique a la docencia, a la investigación, y a esa tercera pata que es el ejercicio de proyección hacia afuera, de transferencia a la sociedad. Y, por supuesto, tenía que mirar hacia adentro, a la institución, y ver nuestras propias desigualdades”, explicó.

Además, Begoña Pérez remarcó la necesidad de renovar el primer plan, que se inició en 2008, en el momento actual. “A pesar de que hay cierto imaginario de progreso -que es real porque ha habido grandes logros en materia de derechos de las mujeres-, se presentan nuevos retos sociales que están intensificando las desigualdades y haciendo aparecer otras nuevas. Algunos son el envejecimiento, que está sobrecargando a las mujeres cuidadoras, o el fenómeno migratorio”, señaló.Grados con perspectiva de género

En el ámbito educativo, el proyecto destaca la necesidad de que todos los nuevos títulos incorporen en el proceso de diseño la perspectiva de género, con dos experiencias piloto en los grados de Magisterio y de Medicina. Además, este curso se oferta una asignatura optativa sobre igualdad de género dirigida a todo el alumnado, así como cursos de formación al profesorado en esta materia.

“Es muy importante que estudiantes de grados como Derecho, Medicina, Magisterio o Ingeniería puedan tener una perspectiva de género y saber cómo aplicarla en su futuro trabajo. Es un objetivo ambicioso para el que se ha puesto en marcha un proyecto piloto con la intención de introducir este enfoque en las materias más urgentes, como son Magisterio y Medicina”, remarcó Begoña Pérez.

Una cátedra de estudios de género

Las acciones en el ámbito de la investigación pretenden, por un lado, fomentar la investigación sobre desigualdades de género y políticas de igualdad y, por otro, introducir progresivamente la perspectiva de género en la formación del personal investigador.

El plan apuesta por promover la investigación sobre las desigualdades de género en todos los ámbitos, para lo que se está diseñando una cátedra de estudios de género dentro de la universidad. “Ya estamos elaborando estudios de género, pero la cátedra viene a estructurarlos, darles más unidad como objeto de estudio dentro de la entidad”, relató.

Además, anunció que, en colaboración con el departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, se va a poner en marcha un centro multidisciplinar de estudios de la dependencia y los cuidados.

Igualmente, se contemplan medidas destinadas a promover el liderazgo femenino y la reducción de la brecha entre hombres y mujeres en la producción investigadora.

Nuevos protocolos ante violencia

Por otro lado, en el ámbito de la gobernanza y las personas, se persigue consolidar un modelo de gobierno igualitario que contribuya al bienestar de la comunidad universitaria. Para ello se desarrollarán, entre otras, acciones orientadas a favorecer la conciliación, a estudiar vías de reconocimiento para promover la reducción de brechas en la promoción laboral, a revisar los mecanismos de detección y actuación ante la violencia o a capacitar a su personal para incorporar la dimensión de género en la gobernanza institucional.

Después de la presentación del plan, tomó la palabra la presidenta de Navarra, María Chivite. En su intervención, agradeció la labor realizada por la UPNA en esta materia y afirmó que “en este plan queda muy clara esa visión transversal” necesaria para abordar la igualdad. “Tenéis muy interiorizado que conseguir la igualdad también debe comenzar con uno mismo”, apuntó.

Tras destacar que la “mejor herramienta” para luchar contra la “involución” en esta materia es la educación, subrayó que “la igualdad real y efectiva más allá de las leyes debe ser objetivo de toda la sociedad y no una mera aspiración”. “Por eso las instituciones públicas tenemos que liderar, impulsar y visibilizar, pero sobre todo dar ejemplo”, manifestó.

Por su parte, el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo, señaló que este plan, “ambicioso pero realista”, incorpora medidas “que lo sitúan como referente en el ámbito universitario a nivel nacional” y que contará con presupuesto e indicadores anuales.

“No se va a quedar en un plan escrito que no se ejecute, vamos a dedicar un presupuesto todos los años a realizar una serie de medidas, y a finales de cada año vamos a ir verificando si esas medidas se han cumplido, y en qué medida”, aseguró.

Además, anunció la realización de un diagnóstico de desigualdad dentro de la propia universidad, una “medición dinámica a lo largo del tiempo para evaluar el impacto del propio plan”. Concretamente, uno de los datos que se desprenden de este análisis es que actualmente “hay paridad en el conjunto de puestos de personal contratado, pero cuando pasamos a puestos más altos de la carrera académica, solo hay un 22% de mujeres. Es preocupante y hay que tomar medidas”, concluyó.