El Gobierno de Navarra apela a la solidaridad ciudadana para la cesión gratuita de viviendas vacías en las que familias de refugiados procedentes de guerras y otros conflictos puedan comenzar una nueva vida, con el compromiso de la supervisión de Nasuvinsa para su devolución en las mismas condiciones y de la gestión de CEAR y Cruz Roja.

La iniciativa, que será objeto de una campaña publicitaria, formalizará de facto la solidaridad de la ciudadanía navarra que ya se ha materializado en las últimas semanas con motivo de la guerra en Ucrania, ya que hasta 54 propietarios de viviendas en diferentes puntos de Navarra las han ofrecido para familias refugiadas. Se trata ahora de “multiplicar por muchos números” esta oferta, dijo agradecida a estos 54 propietarios la directora general de Políticas Migratorias, Patricia Ruiz de Irizar.

Su particularidad es que la cesión gratuita por al menos un año estará supervisada por el Gobierno foral en el caso de comprobación de habitabilidad, cuidado y devolución de las viviendas, y de CEAR y Cruz Roja en el de la designación de las familias ocupantes y de la gestión de los inicios de su nueva vida.

Ruiz de Irizar alertó de las “cifras escalofriantes de la realidad de las personas refugiadas” ya no solo en Navarra sino en el mundo entero, con más de 82 millones de personas que se han visto obligadas a salir de sus lugares de origen por sufrir violencia, guerras, por su orientación sexual o pensamiento políticos .

Desde finales de febrero la guerra en Ucrania ha acentuado la situación con unos 5 millones de personas más que han tenido que salir de este país, en este caso la mayoría mujeres y niños, ha señalado para advertir del incremento de estas situaciones en los últimos 10 años.

Así, si en 2010 apenas 4.000 personas habían pedido asilo en España en 2021 eran más de 65.000, con 594 de ellas en Navarra, donde la Oficina de Emergencia de Atención a Ucrania ha registrado desde el pasado 24 de febrero la llegada desde este país a la Comunidad foral de 1.521 personas, de las que 1.198 ya han solicitado la protección temporal.

En este marco se ubica la campaña que, según valoró el director general de Vivienda, Eneko Larrarte, “apela a la solidaridad” de los navarros para la cesión gratuita de viviendas que permitan procurar a los refugiados “cierta estabilidad” con la que comenzar una nueva vida ya fuera de los recursos de emergencia que ofrece el Gobierno foral.

Nasuvinsa certificará la habitabilidad de estas viviendas y se comprometerá a la devolución sin daños a sus propietarios, mientras que las familias que las ocupan se harán cargo de los gastos de suministros, y Cruz Roja y CEAR identificarán y adjudicarán a las familias estas viviendas y supervisarán el proceso de asentamiento.

El representante de Cruz Roja Juan José Martín explicó que estas personas “necesitan poder articular su propio proyecto migratorio y hacerlo de manera autónoma”, en un proceso basado en sus propias decisiones, y “la clave” es contar con una vivienda en la que organizar su vida, algo que en la actualidad solo tienen 30 de las 400 personas que están bajo su supervisión en Navarra. Por su parte, Idoia Oneca, de CEAR, valoró esta iniciativa dado que solo 20 de las 120 personas a cargo de esta organización viven en pisos alquilados.