Lo que comenzó pasadas las 18.00 horas de ayer como una persecución por parte de la Policía Local de Portugalete para tratar de interceptar a los viajeros de un coche que había cometido una infracción de tráfico, finalizó en tragedia en el barrio barakaldarra de El Regato. En este punto de la localidad fabril una mujer murió y un hombre resultó herido de gravedad a causa de los disparos que los agentes municipales de la policía jarrillera hicieron para repeler un intento de atropello. Esa tentativa de arrollamiento tuvo lugar después de que el conductor embistiese a una de las dos patrullas que tomaron parte en la persecución.

Los hechos se precipitaron después de que los agentes del cuerpo policial portugalujo detectaran un turismo, un Opel Vectra, que había cometido una infracción de tráfico y que, tal y como certificaron los propios agentes, había sido robado el domingo de la semana pasada en Barakaldo. Los policías, como es la práctica habitual en estos casos, procedieron a dar el alto a los ocupantes del vehículo, quienes en vez de detenerse emprendieron la huida. Dos patrullas de la Policía Local de Portugalete siguieron los pasos del coche huido e iniciaron una persecución de varios kilómetros que tras atravesar zonas como Ugarte, llegó hasta el barrio barakaldarra de El Regato. Allí, una vez fueron alcanzados por las dos patrullas, los ocupantes del coche robado embistieron a uno de los dos vehículos policiales que habían seguido sus pasos desde la villa jarrillera mientras que la otra patrulla les cerraba el paso.

En ese instante, parecía que el episodio tocaba a su fin con la identificación de los dos ocupantes del coche. Los agentes de la Policía Local portugaluja se bajaron de sus vehículos para proceder a la identificación y, en ese momento, el conductor del vehículo, un hombre de 37 años que, tal y como confirmaron fuentes del Departamento de Interior, cuenta con un amplio historial delictivo a sus espaldas sobre todo por hurtos, intentó atropellar a los agentes. Ante esta situación, los policías repelieron la acción y dispararon sus armas reglamentarias.

Uno de los disparos alcanzó a la mujer que ocupaba el asiento del copiloto y que falleció en el acto. En vano quedaron los intentos de reanimarla realizados por los propios agentes de la Policía jarrillera. Por su parte, el conductor del automóvil también fue alcanzado por uno de los disparos y fue trasladado al hospital de Cruces con pronóstico muy grave.

Los agentes a los que intentó atropellar el conductor del Opel Vectra robado resultaron ilesos aunque, tras lo ocurrido, se encontraban en estado de shock y, lógicamente, muy afectados.

investigación abierta Hasta el lugar de los hechos acudieron patrullas de la Ertzaintza para realizar las primeras pesquisas y tomar declaración a los agentes que se vieron envueltos en los hechos y, tal y como marca el protocolo en estos casos, procedieron a la incautación de las armas de los agentes para ser sometidas a investigación.

El lugar donde concluyó la persecución permaneció acordonado y cortado al tráfico durante varias horas para agilizar las tareas de una investigación que se prolongará durante varias jornadas con el propósito de esclarecer lo ocurrido en una persecución policial que concluyó en tragedia.