El conductor de 26 años, U.S.V., responsable del atropello en mayo en la avenida de Bayona que provocó la muerte del joven pamplonés Pablo Salinas Cervera, de 32 años, circulaba a una velocidad de entre 106,19 y 109,66 kilómetros por hora en el momento de impactar contra la víctima. El acusado, que se encuentra en prisión provisional a la espera de que se le juzgue en las próximas semanas en un juzgado de lo penal de Pamplona, conducía de este modo a más del doble de la velocidad permitida en el lugar, ya que se trata de una vía limitada a 50 km/h.

La Fiscalía pide para él ocho años de prisión por conducción bajo la influencia de alcohol en concurso con un delito de conducción temeraria y de homicidio por imprudencia, además de un delito de abandono del lugar del accidente. La acusación particular eleva su petición a nueve años de cárcel.

Los hechos del escrito acusatorio señalan que "sobre las 00:00 horas del 28 de mayo de 2021, el acusado conducía su vehículo después de haber bebidas alcohólicas (arrojó un resultado positivo de 1,56 mg. de alcohol por litro de aire espirado a la 1.16 horas), cocaína y MDMA, notablemente influenciado por la ingesta de esas sustancias en las horas previas y constituyendo un riesgo para la circulación".

Además, continúa el escrito, el acusado circulaba a gran velocidad, accediendo desde la calle La Rioja a la Avenida de Barañáin sentido Plaza de Europa haciendo chirriar sus ruedas, lo que alertó a una patrulla de Policía Municipal de Pamplona. Al percatarse de la presencia del vehículo policial, aceleró y circuló a gran velocidad, superando los 100 km/h.

Atravesó el semáforo en rojo con un camión de basuras parado

Al llegar al paso de peatones situado a la altura del número 39 de la Avenida de Bayona, el acusado, pese a que el semáforo para vehículos se hallaba en fase roja, generando un grave riesgo para la circulación, continuó circulando a gran velocidad, sin aminorar la marcha, rebasando el semáforo mientras todavía se encontraba en fase roja, circulando por el carril izquierdo y pese a que había un camión de recogida de basura parado en el carril derecho.

En ese momento la víctima estaba atravesando dicho paso de peatones, dado que su semáforo se encontraba en fase verde, siendo arrollado por el vehículo del acusado. El peatón fue proyectado por encima del capó, golpeando el techo del vehículo, siendo desplazado 78 metros más adelante del lugar del atropello, donde quedó tendido en el suelo, falleciendo en el momento.

El atropello del peatón se produjo a una velocidad mínima de 106,19 km/hora y máxima de 109,66 km/hora. El acusado, pese a ser consciente de que había atropellado a una persona, no detuvo el vehículo, escapando del lugar a gran velocidad. El acusado continuó acelerando y atravesó el siguiente paso de peatones, pese a hallarse igualmente en fase roja el semáforo para vehículos, maniobrando bruscamente para evitar otro vehículo que se hallaba parado ante el semáforo en el carril derecho.

Huida a pie y escondido en unos arbustos

El acusado iba acompañado por tres personas más en el vehículo a quienes puso en peligro tras huir del lugar. El acusado continuó circulando a gran velocidad hasta llegar al parking de motos sito enfrente de las dependencias de Policía Municipal de Pamplona, donde se bajó de su vehículo, para continuar huyendo a pie, siendo interceptado por los agentes escondido entre unos arbustos sobre las 00.15 horas.

Según el Ministerio Público, el acusado presentaba síntomas de hallarse bajo los efectos del alcohol y las drogas, tales como fuerte olor a alcohol en el aliento, ojos enrojecidos, pupilas dilatadas, habla pastosa y entrecortada, dificultades para entender la situación y cambios de estado, de mostrarse adormilado a mostrarse alegre.