La Guardia Civil de Zaragoza ha desarticulado una banda criminal compuesta por nueve personas de origen latino especializada en estafar a empresas mediante el llamado "Fraude al CEO", un método de ciberdelincuencia para engañar a directivos de sociedades empresariales a la hora de hacer pagos que este caso suplantó a una empresa navarra.

Según informa el Instituto Armado, las investigaciones, hechas en el marco de la Operación Furantus, que han exigido un arduo trabajo de más de tres años, se iniciaron en octubre de 2018 a raíz de la denuncia interpuesta por una empresa de fabricación de plásticos para el automóvil ubicada en Borja (Zaragoza) por una estafa de 115.000 en el pago de una factura.

Al parecer, el dinero no llegó a la cuenta de la industria navarra a la que estaba destinado sino a otra diferente a nombre de una mujer domiciliada que residía en el Puerto de Sagunto (Valencia).

Los investigadores comprobaron que tras recibir la transferencia, el dinero depositado en dicha cuenta fue rápidamente derivado a otras cuentas, una ubicada en Valencia y otras en entidades de Portugal, con importes de 15.000 euros.

Posteriormente, tras gestionar con las autoridades portuguesas una investigación para identificar a los beneficiarios de dichas cuentas, se procedió a la identificación de una segunda persona que efectuó varias extracciones de efectivo en cajeros de Valencia.

A raíz de esta primera fase de las pesquisas, los agentes procedieron a la detención, a finales de noviembre de 2018, tanto de la titular de la cuenta bancaria donde se recibió el dinero de la empresa estafada como del hombre que realizó la extracciones en cajeros.

En el registro practicado en el domicilio de la detenida, los investigadores intervinieron material informático, teléfonos móviles, tablets, pendrives, sustancias estupefacientes, dinero en efectivo y numerosa documentación bancaria que reflejaba la actividad delictiva del grupo y que propició la detención de una tercera persona, un familiar de la mujer que gestionaba online la cuenta donde se hizo el depósito.

A partir del análisis de toda la documentación, los agentes pudieron determinar que los tres detenidos establecieron contactos con otras personas de origen latino para utilizarlas como "mulas" a fin de emplear sus propias cuentas para recibir cantidades diversas y derivarlas a otras, o para cobrarlas en metálico y pagarlas a otros miembros de la red a cambio de un porcentaje.

Tras localizar en marzo de 2019 a un cuarto miembro del grupo, en octubre de ese año fue detenido el cabecilla de esta banda asentada en Valencia, quien se encargaba de captar a las mulas y a intermediarios en el cobro de las cantidades depositadas en sus cuentas, así como de dirigir las actividades de la red.

Las autoridades portuguesas informaron a principios de este mes de la identificación de dos mujeres y de dos hombres implicados en los hechos.

La operación se ha saldado con la detención de los 4 miembros de la banda y la imputación de otras 5 personas por presuntos delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal, así como con la recuperación de 82.000 euros que han sido entregados a la empresa estafada.

Se trata de 3 mujeres y de 5 hombres de edades comprendidas entre los 27 y 44 años y de nacionalidades ecuatoriana, dominicana, así como de Santo Tomé y Príncipe.