El portavoz del Ministerio de Exteriores de Bielorrusia, Anatoli Glaz, ha asegurado este lunes que el Gobierno está tomando medidas para reducir el flujo migratorio desde el país hacia las fronteras de la Unión Europea.

"Recrudecimos las reglas de visado para los ciudadanos de determinados países, implantamos controles migratorios adicionales para la entrada en el país y ampliamos la inspección de la actividad de las compañías turísticas, retirando licencias a decenas de ellas", ha aseverado.

Asimismo, ha recordado que la compañía aérea bielorrusa Belavia "jamás se ha dedicado ni se dedicará a transportar a inmigrantes indocumentados de los países de Oriente Próximo o africanos", algo que, ha especificado, es "fácil verificar".

"Nuestra compañía de aviación es transparente y en cualquier momento podría presentar la respectiva documentación e información fáctica, si la solicitan. Vengan, vean y chequeen", ha insistido antes de añadir que las acusaciones vertidas por Occidente "son completamente absurdas".

"Las acusaciones de que Bielorrusia usa a los inmigrantes como un instrumento son infundadas, inconsistentes y reñidas con el sentido común. No permitiremos que nos hagan tales acusaciones", ha subrayado.

PUTIN OFRECE SU AYUDA

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha abogado por ayudar a resolver la situación migratoria en el país vecino y ha pedido a los críticos que "se metan en sus propios asuntos".

"Estamos preparados para hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudar a resolver la situación si es que hay algo que podamos hacer", ha manifestado el mandatario en declaraciones a la cadena de televisión Rossiya 1.

Además, ha reiterado que las acusaciones de participación en la crisis migratoria contra Rusia "apuntan al deseo de alguien de desviar responsabilidades de los acontecimientos actuales".

"¿Qué tiene que ver nuestra aerolínea Aeroflot con esto? ¿Alguien tomó un vuelo de Aeroflot? No sé nada al respecto, pero algunas personas seguramente podrían haber tomado un vuelo y viajado a través de terceros países. ¿Qué tenemos que ver con eso?" ha recalcado.

Para Putin, los países occidentales buscan "evitar la responsabilidad por una crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y la Unión Europea". "Ya dije que no tenemos nada que ver con eso, absolutamente nada. ¿Por qué algunos hablan de eso? Porque está en su conciencia. Indica su deseo de echarle la culpa a otra persona", ha manifestado antes de hacer hincapié en que la culpa la tienen "los países occidentales".

Sin embargo, el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha afirmado que los migrantes llegan a Bielorrusia procedentes de suelo ruso y ha acusado al Gobierno del país de estar implicado en la crisis.

"Los últimos acontecimientos hacen pensar que Rusia estará vinculada de algún modo con esta crisis (...) los migrantes llegan a través de Moscú", ha señalado en una rueda de prensa en la que ha matizado que la mayoría de los migrantes proceden de Irak y llegan a Rusia antes de dirigirse a Bielorrusia.

Lituania, Letonia y Polonia siguen denunciando un fuerte repunte de los cruces ilegales desde Bielorrusia y han acusado a Minsk de orquestar una crisis migratoria en represalia por las sanciones impuestas por la comunidad internacional.

UCRANIA COORDINA ACCIONES

Las autoridades ucranianas han comenzado a coordinar sus acciones junto a Polonia y Lituania para hacer frente a la crisis migratoria en la frontera. Según el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, es importante poner en marcha una "respuesta colectiva".

"Los tres países deben resolver la crisis migratoria hoy, sin olvidar que esto no es el fin de la historia: Rusia hará algo nuevo mañana. Nuestros tres países deben estar preparados para cualquier escenario", ha aseverado, según ha recogido la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.

El ministro informó el domingo de que los jefes de las fuerzas de seguridad y defensa ucranianas se reunieron en la ciudad de Lutsk, cerca de la frontera con Bielorrusia, e invitaron a los embajadores de Polonia y Lituania a unirse al encuentro para abordar la situación.

Kuleba constató a su vez que por el momento en Kiev no se ha registrado una llegada masiva de migrantes procedentes de Bielorrusia.

"Esta crisis migratoria es artificial, está totalmente dirigida contra Polonia y Lituania con el objetivo de generar provocaciones y presión", ha lamentado.