La Unión Europea expresó este miércoles su solidaridad con Bielorrusia cuando se cumplen 18 meses desde las elecciones de agosto de 2020 en las que el presidente del país, Alexandr Lukashenko, fue reelegido y que la UE consideró fraudulentas, y volvió a condenar las "violaciones generalizadas de los derechos humanos" y la "brutal represión contra todos los segmentos de la sociedad bielorrusa".

Un portavoz del alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó en un comunicado que sigue habiendo más de 1.040 personas detenidas a día de hoy como "presos políticos" en el país, incluidos 33 trabajadores de los medios de comunicación.

Según dijo, "todos los días se notifican nuevas sentencias por motivos políticos", mientras que "muchos detenidos han sido objeto de abusos y malos tratos" y han sido condenados a largas penas de prisión "en juicios políticos celebrados a puerta cerrada".

El portavoz recalcó que la UE sigue pidiendo la "liberación inmediata e incondicional" de todos ellos, y agregó que junto a sus socios internacionales están trabajando a fin de "garantizar la justicia para las víctimas y la rendición de cuentas para los responsables".

En ese contexto, apuntó que "cientos de periodistas se han visto obligados a abandonar el país ante la persecución", y que las autoridades bielorrusas "han prohibido el periodismo independiente y los ciudadanos son hostigados por buscar acceso a cualquier información independiente".

"A pesar de la extrema presión, los valientes periodistas independientes bielorrusos permanecen al frente de la lucha por la verdad, la democracia y los derechos fundamentales", afirmó el portavoz de Borrell.

Señaló que "continúan brindando una cobertura crucial a sus audiencias dentro y fuera de Bielorrusia", y dejó claro que la UE y sus Estados miembros "seguirán apoyando el periodismo independiente bielorruso".

"Apoyamos al pueblo de Bielorrusia en su búsqueda de un futuro seguro, soberano, democrático y próspero", concluyó.