“Cuando quedo campeón del mundo en 2018 estaba viendo la final, cada vez que corría una Diamond yo lo seguía. Si le dices al Asier de hace tiempo no te creería que pudiera disfrutar de entrenamientos junto a él e incluso hacer series de vallas y pesas con él”, decía este lunes Asier Martínez sobre el campeón del mundo, Andrew Pozzi, y uno de los atletas con los que tiene el gusto de entrenar durante estas semanas bajo las órdenes de su inseparable entrenador François Beoringyan.

Pozzi, y los portugueses Abdelkader Larrinaga y Francisco Marqués, comparten experiencias y consejos en Larrabide, en una idea cuyo objetivo principal es “juntar a gente de cierto nivel y compartir experiencia, conocimientos y autoanimarse en el día a día porque entrenar todos los días a pesar del tiempo a veces es complicado y hacerlo con compañeros es mucho más llevadero. Son historias distintas. Pozzi es una persona que conocimos en los distintos viajes. Andrew lleva tiempo siguiendo la progresión de Asier. Después de Tokyo, que entrenaba en Italia, estuvo un año en el limbo y viendo el trabajo que hizo Asier, tenía esta tentación de venir aquí. Se lo ha ido pensando y después de ver que la pista cubierta no le ha ido bien, hemos vuelto a hablar”, comenta el prestigioso preparador.

“Nos conocemos desde hace tiempo. He visto su progreso desde hace 3 años pero sí, somos amigos desde hace tiempo, hablamos mucho y no es la primera vez que hablamos de colaborar juntos. Los resultados de Asier están siendo muy buenos. Le veo entrenar, la dinámica con el entrenador... estoy seguro de que seguirá mejorando. La última temporada suya fue increíble, con los europeos, y creo que es muy bueno para los niños de Pamplona que vean que sí es posible conseguir buenos resultados aquí en la ciudad. Yo también espero mejorar los míos”, asegura el propio Pozzi, del que Asier, que ya se encuentra totalmente recuperado, destaca que “para nosotros es un privilegio tenerlo aquí. Es increíble poder disfrutar de él, no sólo en los entrenamientos a nivel más técnico o físico, sino tenerlo también como fuente de experiencia, puesto que lleva casi 20 años en este barullo, y gente inexperta como yo podemos aprender de él. Teníamos miedo en el sentido de que muchas veces a nivel personal o en el trato no sabes cómo va a ser. En este caso Andrew es una sorpresa, que es un tío normal, y es algo que llama la atención. Es una gozada tenerlo como persona porque es un tío muy cercano y muy humilde”.

No es común ver en el deporte que rivales directos se preparen de manera conjunta. “En el atletismo se hace, e incluso en otros deportes individuales. Tienen que coincidir la filosofía, que tengan una rivalidad sana. De normal se hace un periodo más corto. Esta manera no es lo común. Se llevan muy bien, Andrew nos ha dado cariño desde el principio. Hay dos retos, al final del día entrena bajo mi plan, se mirarán con lupa los resultados, pero estamos hablando de una persona con experiencia, por lo que no es tan complicado”, asegura Beoringyan.

una rivalidad sana Por su parte, los portugueses Larrinaga y Marqués aseguran tener entre todos una “rivalidad sana” que genera “un buen ambiente”. El primero repite experiencia con François Beoringyan tras “la preparación del campeonato de Europa de Múnich y tuvimos otra experiencia en Tenerife y por eso decidí volver con vistas a la clasificación del campeonato de Europa en Hungría, la copa de Europa de naciones y los juegos olímpicos del año que viene”, mientras que, sobre Asier, admite sentirse “como en casa. Es el hermano pequeño, pero es el mejor”. Por su parte, el segundo destaca que “Asier es un ejemplo para nosotros y espero aprender una perspectiva diferente. Asier es increíble. Tiene una mentalidad hace que vaya a una competición y diga ‘voy a ganar’”.