Behobia - San Sebastián: los cinco errores (a evitar) de un debutante
De los 27.600 participantes, muchos serán primerizos en esta exigente carrera popular
Entre los más de 27.600 inscritos en la Behobiade este próximo domingo 10, un buen número serán debutantes de esta carrera que une el barrio irundarra y el Boulevard de Donostia. Para quien participe por primera vez en la prueba, he aquí cinco consejos.
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1. SIN PRISA Y SIN PAUSA
Dicen los entrenadores de equipo que se juega como se entrena. Esa máxima se puede aplicar a la Behobia. Si has entrenado durante meses, has llevado una preparación adecuada y en los últimos días no has sufrido ni lesiones ni enfermedades veniales, la carrera se ajustará seguramente a lo que habías imaginado.
Conviene, sin embargo, no acelerar nuestro ritmo habitual en carrera, sobre todo en el tramo inicial del recorrido, un sube y baja por Irun hasta llegar a al pie de Gaintxurizketa. El exceso de adrenalina de los primeros kilómetros se puede pagar al final de una carrera que a veces se hace muuuuuuuy larga. En las interminable rectas que restan desde que se supera el alto de Miracruz, el físico a veces ya no da como al principio, y hay que tirar de cabeza.
2. LOS HÁBITOS
Una carrera de 20 kilómetros tiene su liturgia. Correr es uno de los deportes más simples del mundo y requiere solo cuatro prendas: zapatillas, calcetines, pantalón y camiseta. A partir de ahí, lo que queramos añadir: reloj, gorra, cinta de pelo, manguitos… Conviene, sin embargo, prestar atención a los detalles.
Si uno es de piel sensible, hay que usar vaselina, so pena de sufrir un vía crucis por el efecto del roce de la camiseta con los pezones. Más de una camiseta llega ensangrentada a la meta del Boulevard. Se aconseja también no estrenar material ni hacer probaturas con bebidas o comida, léase geles o barritas energéticas.
3. LA HIDRATACIÓN
Los preparadores físicos y los médicos deportivos lo repiten hasta la saciedad. Hay que hidratarse bien antes, durante y después de una carrera, sobre todo si como la Behobia es de 20 kilómetros y obliga a un esfuerzo considerable. No es cuestión de pasarse los días previos bebiendo litros y litros de líquido, pero se aconseja debutar en la Behobia con unas nociones básicas de hidratación y nutrición en carrera. La propia organización ofrece una completa guía en su web.
A modo de ejemplo, si una persona calcula que va a completar la prueba en dos horas, debería beber 1.000 mililitros (500 ml cada hora). Y un pequeño truco para los debutantes: los vasos son de cartón, así que solo hay que doblarlos un pelín para formar una especie de embudo que ayuda a beber más fácil. Y si es necesario, lo mejor es parar, beber y reanudar la marcha. Hay avituallamientos de sobra (siete en total).
4. SEGUIR LOS ‘PROTOCOLOS’
La Behobia tiene una serie de ‘protocolos’ que se recomienda cumplir. Uno de ellos es ocupar el sitio que te corresponde en la salida. Decenas de corredores son eliminados cada año (en realidad su nombre y apellidos no se incluyen en las clasificaciones) porque salen antes de tiempo y no a la hora que fija el color de su dorsal. Al contrario, está permitido que un corredor salga después de la hora establecida en su dorsal. Sea la hora de salida que sea, suele haber espacio suficiente para correr porque todo el recorrido es por calles, avenidas y carreteras anchas, muchas de dos y hasta tres carriles.
No es un protocolo pero sí un consejo: es mejor correr sin auriculares, que son un buen acompañamiento en los solitarios entrenamientos pero que en carrera sobran porque impiden vivir aquello que da fama a esta carrera: su incomparable ambiente y los ánimos sin cesar que llegan desde las aceras, repleta de público y desde los catorce puntos de animación.
5. EL POST
Una vez llegados a meta, conviene dejar espacio para los que vienen por detrás y acceder a las calles laterales, donde hay sitio de sobra para recuperarse del esfuerzo. Luego llegará el turno de recibir la medalla gracias a los voluntarios de Gureak, recoger la bolsa con provisiones de comida y bebida e incluso pasar por las carpas en las que se reparte fruta, bocadillos, caldo y demás refrigerios. Con paciencia, incluso puedes recibir un masaje. Toca también disfrutar de lo conseguido, comer bien y seguir manteniendo el hábito de hacer ejercicio, que después de la Behobia la vida korrikalari sigue.