Pamplona. Itxako Reyno de Navarra viajó a Podgorica sin saber que el partido contra el Buducnost estaba perdido mucho antes de comenzar. A pesar de alcanzar el descanso con opciones de terminar como líder de su grupo, la segunda mitad fue una encerrona en toda regla. La pareja arbitral permitió una defensa extremadamente violenta por parte del equipo local y así resultó imposible dotar al juego de la continuidad suficiente. Las sanciones disciplinarias que repartieron los colegiados húngaros nunca obedecieron a un criterio de equidad. Solo ellos saben a qué criterio se acogieron. Visto lo visto, el aspecto deportivo quedó relegado a un segundo plano, ya que a Itxako le resultó imposible competir en igualdad de condiciones ante un rival tan duro y, en ocasiones, violento.
El desarrollo de la primera mitad obligó a Itxako Reyno de Navarra a poner sobre el parqué lo mejor de sí mismo para dejar sin valor una ventaja de cinco goles de un Buducnost lanzado. Las montenegrinas supieron aprovechar una serie de decisiones arbitrales protestadas desde el otro banquillo. No comenzó bien el equipo navarro, ya que saltó a la cancha montenegrina con el punto de mira desviado y acumulando hasta cuatro lanzamientos a la madera cuando el marcador estaba en el 3-1. Solo había anotado Barbosa. Sin embargo el equipo se pudo rehacer y alcanzó el descanso con dos tantos de desventaja (15-13).
La reanudación presentó a un Buducnost más intenso frente a un Itxako ligeramente despistado. Poco a poco las balcánicas ganaron las primeras ventajas de cinco goles y fue a partir de ese momento cuando los señores Bonifert y Olah desplegaron el catálogo de polémicas decisiones que permitió al equipo local ganar por 8 goles de diferencia. Antes habían llegado las descalificaciones de Andrea Barnó y Begoña Fernández.
En definitiva, Itxako Reyno de Navarra tendrá en el Gyor húngaro a su rival de semifinales y el factor campo en contra. En la otra eliminatoria, mucho y muy bien tendrá que jugar el Larvik en Noruega para hacer valer sus opciones en el partido de vuelta en Montenegro.
En el grupo 2, el Gyor terminó en primera posición a pesar de perder 18-24 ante el Larvik.
Sin posibilidad de pelear por el primer puesto de la clasificación, a las estellesas les queda el consuelo de haber alcanzado esta última cita de la liguilla con su puesto en las semifinales de la Champions ya asegurado. Será su primera participación en la penúltima ronda de la máxima competición continental.
Buducnost30
Itxako RDN22
BUCUNOST Knezovic; Radicevic (3), Radovic (2), Djokic (4), A. Bulatovic, Popovic (5) y K. Bulatovic (5) -siete inicial-; Vukcevic (ps), Miljanic, Jovanovic (7), Pecevska (4), Vukcevic, Markovic, Vulkcevic, Barjaktarovic, Mehmedovic y Knezevic.
ITXAKO REYNO DE NAVARRA Silvia Navarro; Andrea Barnó, Naiara Egozkue, Oana Soit (3), Camen Martín (5), Begoña Fernández y Shandy Barbosa (8) -siete inicial-; Adrian Stefani (ps), Patri Pinedo, Macarena Aguilar (1), Jessica Alonso, Natalia Kurbanova, Emiliya Turey (4) y Nerea Pena (1).
Árbitros Ferenc Bonifert y Viktor Olah (Hungría). Excluyeron a las locales Radicevic, Djokic, Knezevic (2) y Jovanovic (2). Expulsaron con tarjeta roja a Jovanovic (m.53). También excluyeron a las visitantes Patri Pinedo, Andrea Barnó (3, m.58) y Begoña Fernández (3, m.58).
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