amaya sport35

maribor27

AMAYA SPORT Ristanovic, Gedeón (4), Vargas, Víctor (3), Crowley (1), Rasic, Alberto (11, 2p), Sevaljevic (8, 4p), Borragán (3), Niko, Meoki (2), Urdiales (2) y Eloy (1).

MARIBOR BRANIK Cudic (Grm, ps), Ostir, Razgor (3, 1p), Nikolic (1), Ivancic (5), Klec, Gajic (6), Mackovsek (4), Tominec (3), Vrecar, Gregorc (1), Pucnik (4) y Fister.

Marcador cada cinco minutos 3-3, 5-6, 7-9, 7-12, 11-14, 16-14 (descanso); 18-16, 20-18, 23-21, 26-23, 30-25, 35-27 (final).

Árbitro Peter Herczeg y Peter Sudi (Hungría). Excluyeron a los antonianos Rasic, Vargas (2), Gedeón, Sevaljevic y Urdiales; y a los visitantes Razgor, Ostir, Vrecar y Pucnik.

Incidencias Pabellón Universitario, ante unos 1.000 espectadores.

-

pamplona. El Amaya ya está en las semifinales de la Recopa, algo que nadie del equipo se imaginaba a principio de temporada, pero que ya es real. Con la victoria de ayer ante el Maribor, ya sólo tiene que esperar a su próximo rival que se conocerá el martes. Ahora, como bien dijo su técnico Juanto Apezetxea nada más terminar el partido, lo que toca es disfrutar. Aunque no todo fue fácil para los albiazules ya que apesar de conseguir el pase a la siguiente ronda con una victoria de 8 goles, el equipo de Marko Sibila se lo supo poner realmente difícil.

Empezó el partido con unas defensas muy duras por parte de los dos conjuntos. El Amaya plantó su 6-0, al igual que el Maribor, pero con la diferencia de que salió un poco fallón de cara a portería. El equipo esloveno supo aprovechar a la perfección esa carencia y consiguió, pasados los primeros cinco minutos, ponerse por delante en el marcador de la mano de Pucnik (4-5).

Los minutos siguieron pasando y el conjunto navarro no era capaz de dar la vuelta al marcador. El Maribor sabía a lo que había venido a Pamplona y a punto estuvo de lograrlo para el minuto 19 ya que llegó a estar cinco goles por encima del Amaya, y otra vez de la mano de Pucnik que dejó el 7-12 en el luminoso. Parecía que los eslovenos casi habían conseguido igualar la renta que los de Apezetxea habían obtenido en el partido de ida cuando el técnico pidió tiempo para reconducir a sus chicos. En pocos segundos el equipo se dio cuenta de que no podían dejar que el partido siguiera por esos cauces por lo que empezaron a ponerle remedio. Con una dura defensa y un mejor acierto ofensivo, en menos de 10 minutos pusieron la igualada a 14. Con ese arreón incluso llegó a irse al descanso con dos goles de ventaja (16-14). El último lo marcó un gran Aguirrezabalaga que ya tenía en su renta personal cinco goles, la mitad de los que terminaría marcando al final del encuentro.

Tras la reanudación, pareció que la renta iba a seguir aumentando progresivamente, pero una doble exclusión a Gedeón y a Vasko volvió a encoger los corazones de todos los seguidores cuando los cuatro goles de ventaja se redujeron a uno (19-18).

Pero se pudo volver a respirar cuando el Amaya ya puso toda su maquinaria a funcionar y con una defensa aún más tensa y con mayor fluidez de juego, pudo, ya sí, distanciarse en el marcador a base de goles. Por su parte, el Maribor empezó a ver que su objetivo se tornaba cada vez más complicado. Conseguir remontar los cinco goles de diferencia que ya había, más los otros seis del partido de ida, parecía cada vez más difícil. Así, empezó a notar el cansancio físico, a estar más descentrado, sin lograr parar ya las ofensivas de sus rivales, y sobre todo, comenzó a perder bastantes balones en los ataques, los cuales terminaban siempre convirtiéndose en goles de color albiazul. Fue en ese momento en el que el Amaya ya jugó más tranquilo y pudieron verse los mejores ataques, en mayor medida de las manos de un Vasko y un Aguirrezabalaga que marcaron 8 y 10 puntos respectivamente.

Las semifinales de la Recopa vuelven otra vez al Universitario y ahora, ya sí que es hora de disfrutar de este premio que el Amaya se ha ganado a base de esfuerzo y de ganas.